“El análisis revela que el avión volaba con una elevada y creciente velocidad de descenso en el momento de la última señal”, explicó a dpa Dan O'Malley, un portavoz de la Oficina para la Seguridad en el Transporte de Australia (ATSB).
Según los últimos exámenes realizados a los restos de “flaps” de las alas, encontrados en Tanzania, éstos “seguramente” no se encontraban extendidos cuando el avión cayó.
“Eso significa que el avión no estaba configurado para un aterrizaje (controlado). Pueden sacar sus propias conclusiones sobre si significa que alguien tenía el avión bajo control”, dijo a los periodistas el director de la búsqueda de la ATSB, Peter Foley.
“Nunca se puede estar cien por cien seguro. Somos muy reticentes a expresar una certeza absoluta”, dijo el experto.
No se sabe con exactitud qué ocurrió en el avión. Se especula que el piloto pudo intentar hacer aterrizar el aparato en el mar. Otra teoría apunta a que el avión entró en un vuelo descontrolado tras quedarse sin combustible antes de hundirse en un lugar remoto del océano índico.
Tambpo se sabe por qué el aparato se desvió de su ruta original.ue recibirán ayuda para la reconstrucción, reportaron medios locales.