El pequeño Quinny no estaba muy contento de que le fueran a quitar el diente de esa forma, por lo que se puso a llorar por unos minutos, hasta que su hermano menor sorprendió a toda la familia con un movimiento no planificado.
Afortunadamente, para el pequeño Quinny la experiencia no fue dolorosa, y luego de algunas risas y palabras de sus padres, todo volvió a la normalidad.