La presidenta Carol Ebert dijo que la inundación fue tal que el agua salía por la puerta trasera del albergue.
Terry Arbourm, voluntaria del albergue, dijo que se sospecha de un gato de seis meses conocido por jugar en los lavamanos.
“El gato fue adoptado recientemente y se les advirtió a sus nuevos dueños que era “lo suficientemente inteligente” como para abrir grifos”, agregó.
Afortunadamente ningún animal resultó herido, pero el albergue solicita donaciones para reparar pisos, muebles y otros bienes que sufrieron daños estimados en US$5 mil.