Wils, originario de Haarlem, Holanda, compró una docena de huevos de codorniz en un supermercado, con el fin de descubrir si podía hacer que las aves nacieran.
Luego de colocar los doce huevos sobre el calor de una incubadora por un mes, logró que un polluelo rompiera su cascarón. El pequeño fue nombrado como Albert.
El proceso de incubación de Albert fue documentado en video hasta el momento de su nacimiento, por lo que Wils decidió crear un canal en YouTube que cuenta el diario vivir de esta ave.
Un caso similar fue el que presenció Carolina Aspin, en Knutsford, Inglaterra, en el 2008, cuando compró una docena de huevos en un supermercado local y se sorprendió cuando un polluelo salió del cascarón.