Las autoridades encontraron los cadáveres de los 50 gatos en cuatro congeladores, un hecho que incluso sorprendió a un directivo de la oficina de protección de animales local, David Walesky, quien dijo al periódico que en casos anteriores las personas que guardan animales muertos lo hacen en un armario o cuarto trasero.
Los vecinos de Westcott describieron su conducta extraña, como su propensión a andar sin camisa y tratar de darle pequeños regalos a los niños.
El penetrante olor a gato llegaba a los alrededores de la casa y los animales entraban y salían a su aire, señalaron.
Walesky indicó que Westcott rehúsa ceder la custodia de sus gatos vivos, por lo que un juez decidirá el destino de los animales en 30 días.
El funcionario lamentó que por falta de recursos la oficina de protección de animales probablemente realice autopsias solo a algunos de los gatos muertos y no a todos.