Para Michael Owen, de 21 años, ir a más de 150km/h le provocaba miedo. Pero para para su compañero, Kyle Careford, de 21 años, conductor del vehículo, era una diversión para sentir cómo corría la adrenalina en su interior.
Owen, sin importarle el miedo, utilizó su celular para captar la gran hazaña que estaban a punto de lograr. El reto terminó en una tragedia, no solo por el exceso de velocidad sino porque los jóvenes estaban dogrados.
Los padres de Owen compartieron en las redes sociales el video que encontraron en el celular de su hijo. Este muestra los últimos momentos de vida de ambos jóvenes hasta el momento en que chocaron contra el muro de una iglesia en East Sussex, Inglaterra.
Los dos perdieron la vida por el impacto contra el muro de piedra sólida de la iglesia San Michael Barish.