Zeng encontró en internet un sujeto listo para comprar su riñón por 20 mil yuanes (un poco más de 23 mil quetzales) y dispuesto a viajar a la provincia de China central para ejecutar la cirugía en un hospital local.
“Xiao Zheng volvió a casa con una nueva computadora y un teléfono de Apple. Nosotros no tenemos el dinero para pagar aparatos tan caros. Al principio, él no quería decirnos cómo había conseguido tanto dinero. Más tarde terminó confesando que vendió su riñón derecho para poder comprarlos”, dijo la madre a un canal local.
Después de haber descubierto la verdad, la madre de Zheng viajó con su hijo nuevamente al hospital, para descubrir que la sala de operaciones fue alquilada por un comerciante local para poner un negocio. Los intentos para encontrar a los sujetos que hicieron la operación fueron en vano, y los teléfonos estuvieron siempre apagados.
La salud de Zheng se deteriora diariamente. La madre no pierde las esperanzas de encontrar a los criminales que operaron a su hijo.