Poco después se ve a un niño corriendo con una cometa, pero en este caso el tablero de mandos del coche no alerta al conductor de la presencia del joven.
Con el crudo golpe del atropello de fondo, por un instante se percibe una imagen del dictador que provocó la II Guerra Mundial y desató el holocausto de millones de judíos, mientras una madre grita: “¡Adolf!”.
El vehículo huye entonces del pueblo. En un cartel se ve que es el austríaco Braunau am Inn, localidad de nacimiento del jerarca nazi, y la pantalla funde a negro para mostrar un eslogan: “Reconoce los peligros antes de que aparezcan”.
El jurado del premio ha considerado que el controvertido vídeo, que formaba parte de un trabajo para la Escuela de Cinematografía de Baden-W rtemberg en Ludwigsburg, es merecedor del premio dotado con 10.000 euros (13.300 dólares) al tener “efectividad” y “obligar al espectador a formarse una opinión”.
A la pregunta de si debe un anuncio ficticio utilizar marcas reales como jueces de la vida y de la muerte, los miembros del jurado han respondido que “sí”.
“Ante la perspectiva de las críticas permanece el director Tobias Haase fiel a sus ideales artísticos; el sector creativo necesita tal defensor de las ideas”, concluye el fallo.
Al conocerse a finales de agosto el vídeo, que triunfó en las redes sociales, Daimler, propietaria de la marca Mercedes, hizo público un comunicado en el que consideraba “inadecuado” incluir “la muerte de un niño, así como contenido relacionado con el nacionalsocialismo” en un anuncio, aunque fuera “ficticio” .