Año nuevo, vida nueva

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Este mundo corre muy de prisa, vivimos absortos en la tecnología, la información y la comunicación impersonal de mensajes de texto, este nuevo modo de vivir ha afectado drásticamente nuestras relaciones interpersonales y nos hace estar aislados de los demás. Observamos que dos personas que comen juntas en un restaurante, ni se dirigen la palabra, cada uno está charlando en su móvil con quién sabe quién.

El ritmo de la vida actual es rápido y contra reloj, simplemente no hay tiempo para meditar sobre nuestras acciones, sopesar nuestras metas, disfrutar a nuestra familia y amigos, los valores y las buenas costumbres han quedado atrás; para algunos son anticuados y fuera de moda.

Este año que se va ha sido muy duro para la economía mundial. En Latinoamérica, el narcotráfico está imparable, las muertes violentas están a la orden del día. Aunque se espera una ligera mejora económica en este 2013, el panorama es complicado. Para nuestra amada Guatemala, debemos pedir paz, porque cada día que pasa las noticias de violencia y corrupción son devastadoras. Hasta cuándo podremos soportar la extrema pobreza, una clase media que tiende a desaparecer, corrupción y cinismo de los gobernantes, matanzas y extorsiones por el crimen organizado, violencia contra la mujer y los niños. Hasta cuándo nuestra gente deberá soportar tanta indiferencia, maldad, falta de seguridad, sin comida en su mesa, sin un sistema de salud digno para cualquier ser humano. Ya no es posible continuar así, es inhumano, es desgarrador ver todo lo que pasa en nuestra patria.

Para este 2013, hago un llamado al presidente Pérez, le recuerdo que ya lleva un año de gobierno, y su gestión ha sido nula, como la de los demás presidentes que han desfilado por el Palacio Nacional. Aún está a tiempo de recapacitar y ordenar el gobierno que dirige, esta oportunidad nunca más se le presentará. Usted tiene en sus manos ayudar a 14 millones de personas, cuyas esperanzas están puestas en usted, o salir con la cabeza agachada en tres años más.

El tiempo pasa, y el buen nombre es como una perla preciosa que se construye con trabajo, honestidad y deber cumplido. Les cuento que encontré al expresidente Colom en una recepción, pero ni los meseros se acercaban a ofrecerle un whisky por el que suspiraba; nadie le hablaba. ¿Por qué sería?

Así que, señor presidente, mírese por favor en el espejo de sus antecesores. Si no hace un buen trabajo ahora, lo lamentará en el futuro; ni el sol lo calentará dentro de tres años, si no se reivindica hoy. Y a los guatemaltecos trabajadores y dignos les deseo un feliz año, lleno de paz y amor.

ESCRITO POR:

Brenda Sanchinelli

MSc. en Relaciones Internacionales e Imagen Pública. Periodista, experta en Etiqueta. Dama de la Estrella de Italia. Foodie, apasionada por la buena mesa, compartiendo mis experiencias en las redes.