VENTANA

Audiencias históricas

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Indigna escuchar las declaraciones de Salvador Estuardo González Álvarez, alias Eco, sobre cómo operaba la estructura de defraudación aduanera La Línea, que implican al expresidente Otto Pérez Molina, a la ex vicepresidenta Roxana Baldetti, a su exsecretario Juan Carlos Monzón y a todo un séquito de funcionarios que tuvieron en sus manos la oportunidad de liderar cambios significativos en la realidad del país para mejorar la calidad de vida de millones de guatemaltecos que viven en la miseria. En lugar de ello, estos pseudolíderes, conscientes de la debilidad de nuestras instituciones y movidos por su ambición desmedida, manejaron el Estado como su empresa.

El contrapunto en este vergonzoso pero aleccionador caso de La Línea es González Álvarez. Como colaborador eficaz declaró que: “No hay nada que valga la pena estar preso. Me siento mal. He tenido muchos pensamientos; porque si hubiese dicho no, no estuviera en esto. (Prensa Libre, pág. 8.03.16) Este comentario suyo, en mi opinión, es un buen punto de partida para generar una discusión en la familia, o con los jóvenes en las escuelas y en los colegios. Es fundamental que analicemos la importancia de aplicar la ética en todos los ámbitos de nuestra vida y reflexionar sobre el valor de servir como el nuevo concepto del liderazgo.

Viene a mi mente el acertado comentario escrito por Peter Senge en la introducción del libro Sincronicidad, de Joseph Jaworsky, sobre un nuevo concepto de líderes servidores acuñado por Robert K. Greenleaf. Greenleaf, en su libro El liderazgo del servicio, narra la historia de Leo. Leo es un sirviente que atiende a un grupo de personas en un viaje de descubrimiento personal. Estaba dotado de una enorme capacidad para organizar. Poseía un gran sentido común, tacto, inteligencia, coraje y humor. Leo crea el espíritu de unidad y de logro en el grupo. Un día Leo desaparece. El grupo se desorganiza y el viaje se cancela. Quien narra la historia cuenta que con el paso de los años encontró a Leo en un monasterio. Descubrió que Leo era el jefe de la Orden y los monjes lo consideraban un noble y un gran líder. De acuerdo con Greenleaf, el verdadero líder es quien elige primero servir. Descubre que es su vocación. El liderazgo nace de su servicio. Joseph Jaworski se inspiró en el concepto de líder servidor de Greenleaf, pero presenta un paso más. Argumenta que el líder no es quien manda, sino es quien unido a su comunidad crea nuevas circunstancias que benefician a todos. Los cambios no provienen de acciones individuales, sino se originan en eventos colectivos, como el movimiento ciudadano que iniciamos en el 2015, unidos al trabajo de la Cicig con Iván Velásquez y al MP con la fiscal Thelma Aldana. Este es un ejemplo de cómo líderes servidores crean nuevas circunstancias.

Guatemala atraviesa por momentos críticos. O mejora o se hunde. Se está dando la polarización de la sociedad que se había unido el año pasado para exigir cambios. Ojo: un enfrentamiento entre nosotros les conviene a los grupos oscuros. Guatemala necesita líderes servidores en el Estado, en el sector privado y en la sociedad civil para buscar soluciones integrales que disminuyan la pobreza y la violencia. No contamos con un programa de gobierno que atienda estos ingentes problemas. El desafío sigue; sin embargo, estas audiencias históricas nunca hubieran ocurrido si no existiera este nuevo liderazgo que debemos promover.

P.S ¡Felicito a Norma Cruz por el reconocimiento de la Orden Poder Judicial de Guatemala! Norma encarna a un líder servidor.

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