PLUMA INVITADA

Belice: algunos aspectos a tener en cuenta

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Es importante que los guatemaltecos conozcamos y entendamos que nuestros derechos respecto a ese territorio son ciertos y reales. El abordaje de la Cuestión de Belice es un mandato constitucional que obliga a la búsqueda de una solución favorable para Guatemala. Existen diversas opiniones, pero es importante resaltar algunos hechos para lograr una opinión fundamentada sobre el asunto.

Jamás existió un hecho que legalizara la situación jurídica del territorio que Belice administra. Ya fuese por medio de una guerra, una cesión simple o por cualquier otro medio; Gran Bretaña jamás tuvo un título de propiedad que justificara su posesión.

Belice es un territorio producto de una usurpación. Los ingleses intentaron legitimar esta usurpación territorial por medio del Tratado de 1859, el cual fue incumplido por la Gran Bretaña. En este se acordó una contraprestación a favor de Guatemala, que jamás fue cumplida (Guatemala ya denuncio el tratado y lo expulsó de su ordenamiento jurídico). ¿Por qué el tratado de 1859 subsiste para los intereses de Gran Bretaña, pero no toma en cuenta los derechos de Guatemala? Gran Bretaña conservó el territorio de Belice, aun y cuando jamás cumplió con su parte del tratado: construir una vía de acceso al Mar Caribe, tal y como se pactó.

La postura guatemalteca es seria y le asiste la razón. Definitivamente no es una cortina de humo. Si no, cabría preguntarse ¿por qué Belice firmó el Acuerdo Especial en 2008 ante la observación de la OEA, en el cual se establece que para tratar la reclamación territorial, insular y marítima de Guatemala sobre el territorio de Belice se debe acudir a la Corte Internacional de Justicia (CIJ)? O ¿por qué en el presente año (17 de marzo) el Canciller beliceño, Wilfred Earlington, dijo de manera oficial que las fronteras entre Guatemala y Belice no han sido reconocidas? La actualidad del mismo es evidente.

Atender nuestro reclamo es una obligación y hay que pensar: ¿Cuál es el valor del territorio de Belice? Si es que se puede ponderar. Todo esfuerzo y gasto para buscar una solución se justifica.

Es de suma importancia que este diferendo se ventile ante la CIJ. Es la única forma de dar término al mismo y permitir que Guatemala y Belice abran una nueva página de relaciones en donde puedan verse como aliados naturales con un contacto amplio, sin fronteras, que permita el crecimiento de ambos. La única vía correcta para hacerlo es esa.

Los beliceños naturalmente se encuentran recelosos (tienen un conflicto heredado que amenaza su territorio) y buscar un acuerdo voluntario solo nos llevaría a lo mismo de siempre: incumplimiento. Es necesario acudir a la CIJ, confiando en la independencia de esta y en que su fallo será justo. Para llegar a la CIJ es imperativo que a la brevedad se organice la Consulta Popular establecida en nuestra Carta Magna, pues el Acuerdo Especial firmado por Guatemala y Belice así lo determina.

Esta tarea es un objetivo compartido de todos los guatemaltecos. Construyamos identidad nacional; es justo defender lo propio. ¿Por qué aceptar un despojo?

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