Burla a la ley

|

LA COMPARACIÓN ES INEVITABLE  con el divorcio de Sandra Torres del expresidente Álvaro Colom, cuando la ahora precandidata presidencial afirmaba: “Me divorcié por amor a Guatemala”. Si en aquella ocasión esa frase sonaba hipócrita e inmoral, igual suena la afirmación de Baldizón: “Me vuelvo un ciudadano que ayuda al prójimo”. No se trata de ningún sacrificio ni de un acto doloroso; al contrario, es una maniobra que traspasó el límite de la decencia política y constituye un fraude de ley. El artículo 4 de la Ley del Organismo Judicial señala que un acto  es nulo cuando trata de eludir una prohibición expresa en el ordenamiento jurídico del país. Señala que esos actos “se considerarán ejecutados en fraude de ley y no impedirán la debida aplicación de la norma que se hubiere tratado de eludir”. En este caso Baldizón trata de esquivar la prohibición de campaña anticipada y su conducta es punible y sujeta a  consecuencias legales, según determine el TSE.

DESDE SU SALIDA DE LA   UNE, Baldizón ha invertido millones en construir Líder. Este político ha pasado de ser un cacique a convertirse en dueño de una enorme empresa política que adquiere víveres por mayor para regalarlos, pintura por cubetadas para pintar árboles y piedras; tiene un periódico, La Nación, para despotricar contra sus opositores, y ha comprado a decenas de diputados. Me imagino que para pasar de sus 14 escaños iniciales que logró en las elecciones del 2011 a sus actuales 52, el propietario de Líder tuvo que hacer gastos millonarios u ofrecer reelecciones a cuanto diputado tránsfuga y corrupto se le ha acercado. Es un emporio empresarial creado para ganar las elecciones a como dé lugar.

EL TSE TIENE UNA BRASA   caliente en las manos porque abrió la puerta a esta aberración legalista cuando resolvió que Alejandro Sinibaldi, precandidato presidencial del PP, no efectúa campaña anticipada. Desde ese momento comenzó a perder la legitimidad que había alcanzado cuando suspendió a 11 partidos. Ahora deberá resolver este entuerto porque no puede darse el lujo de dejar que el oficialista haga proselitismo con recursos públicos ni que Baldizón se burle de la ley. Esta es una prueba de fuego para que el TSE gane su autoridad o vuelva a ser una especie de árbol caído al que lo mea cualquier chucho.

@hshetemul

ESCRITO POR:

Haroldo Shetemul

Doctor en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Pontificia de Salamanca, España. Profesor universitario. Escritor. Periodista desde hace más de cuatro décadas.