Chicoyogüito
“Era el 28 de julio de 1968, cuando regresábamos de hacer un mandado que nos mandó a hacer mi mamá y de repente comenzamos a ver que en nuestra comunidad habían soldados y comandos. Algunos estaban huyendo y otros eran agarrados. A algunos los golpearon y a mí un soldado me subió al comando y después no supe nada. Al otro día, nuestros papás regresaron y sus casas estaban en llamas”.
“Los comandos nos fueron a tirar a varios lugares, sin nada, porque todas nuestras cosas se quemaron cuando le prendieron fuego a nuestras casas. Nadie nos ha querido ayudar. Hasta hoy día, muchos de nosotros todavía estamos alquilando y quienes lograron hacer algo, todavía viven en casas muy pobres”.
“Sufrimos en manos de los alemanes, sufrimos cuando llegó el Ejército y ahora todavía muchos seguimos sufriendo, quienes se quedaron en la finca donde se construyó la zona militar, trabajan quince días al mes sin goce de salario, chapeando el monte, y a quienes nos desalojaron, no nos devolvieron nada”.
“Nos obligaron a dejar nuestro centro ceremonial, el Woloq. Este es uno de los Tz’ultaq’a de los q’eqchi y por eso el Ejército abusivamente le llama Tzultaqa, incluso mal escrito y castellanizado a nuestro gran cerro. Nosotros siempre lo sentimos cerca, aunque no nos dejan entrar a hacer nuestras ceremonias. Él fue testigo de todas las muertes que causó el Ejército durante treinta y seis años de guerra”.
La comunidad maya q’eqchi de Chicoyogüito, sobreviviente del primer desalojo y de la primera experiencia de tierra arrasada, de la etapa contrainsurgente en nuestro país. Comunitarios que ahora han vuelto a tomar la palabra, están exigiendo que les devuelvan sus tierras. Tierra que también ha cobijado en su seno a muchos hermanos que fueron ejecutados por el Ejército durante el conflicto armado. Tierras que posteriormente fueron vendidas y regaladas a amigos, parientes y compadres de miembros de la institución militar desde 1968.
Este es el grito de los sin tierra, que ahora han resurgido de las cenizas de sus casas, de su milpa, de su frijol y de sus animales.