Ciudad en expansión

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La importancia de las políticas sociales, económicas y medioambientales han brillado por su ausencia. Desde entonces la ciudad se ha manejado en base a los intereses del valor de la tierra de los sectores económicos. El abastecimiento de la alimentación del sector popular se ha ido derramando en pequeños mercaditos o tiendas de barrio, como les dicen. Pero no resuelven el problema básico de la alimentación, tanto en volumen como en calidad.

Volvemos al mismo tema: el Área Metropolitana. Esta es irreversible, pues se terminó finalmente de formar con los grandes desarrollos en los municipios vecinos de Guatemala, con lo cual se ratifica aquella frase: “El urbanismo debe y tiene que ser la región o comarca, pues la ciudad influye en la región y a su vez la región influye en la ciudad, más en lo económico y social que en lo meramente físico”. ¿Qué significa todo esto?, que el hombre debe satisfacer todas sus necesidades primarias, agua, comer, respirar, dormir, alojamiento, seguridad, sanidad y otras más. ¿A qué nos lleva este caso?, que lo grave del asunto es que según el Centro de Investigaciones Nacionales (Cien), esta región crecerá para el 2020 en 307 km2 urbanizables, con una extensión de 40 km de radio y albergará posiblemente casi 4.000,000 de habitantes, a los cuales habrá que proporcionarles las necesidades básicas. No existen normas que le den una expresión física a la ciudad, y no bicicletas y jardines.

Los desarrollos especulativos de la tierra que han creado grandes desbalances sociales, físicos y económicos en el funcionamiento de la ciudad y se ha creado un crecimiento de carácter metropolitano en el departamento de Guatemala. Es por esto que fue planificado el Distrito Central en 1981 y que habría que revisar. Este se realizó con el fin de tener una visión de los diferentes aspectos históricos, jurídicos, físicos, urbanísticos, económicos y sociales administrativos del municipio de Guatemala. Se hizo en base al artículo 231 de la Constitución, pero quedó engavetado en el Congreso y en la propia municipalidad.

Por consiguiente, los residentes y sus negocios necesitarán una circulación peatonal adecuada, tránsito vehicular eficiente, educación, mercados zonales, suministro de agua, tratamiento de aguas residuales, protección policial, servicios de bomberos y fuentes de captación de agua. Como punto especial, esta deficiencia de agua fue expuesta en el reciente incendio de La Terminal.

ESCRITO POR:

Alfonso Yurrita Cuesta

Arquitecto con estudios de urbanismo en Land Reform Training Institute, Taiwán / Lincoln Institute of Land Policy, Inc., EE. UU. Director de la Unidad Planificación Urbana Municipalidad de Guatemala. Desarrolló el Plan Regulador de Antigua Guatemala.