El 5 de junio, que fue el Día Internacional del Medio Ambiente, ha quedado opacado entre tantos problemas de carácter crítico para Guatemala. Esta vez no me enfocaré en escribir solo sobre medio ambiente, ni solo sobre la crisis política, sino que haré una combinación en una “Carta Abierta” a las futuras generaciones.

Estimado ciudadano del 2050: Si Ud. está leyendo esta “Carta Abierta” escrita en el 2015, espero que Guatemala no se haya convertido en un gran desierto tropical tal y como mostraron a nuestro país en una película hollywoodense del futuro hace unos años. Dentro de una nave espacial los protagonistas se preguntaban cuál era ese desierto que se divisaba desde lo alto, a lo que uno de ellos contestó, “es el desierto de Guatemala”.

Si Ud. me está leyendo en el 2050, quizás la humanidad siga viva al cambiar nuestros nefastos estilos de vida que han contaminado aire, agua, tierra y mares, y han arrasado con gigantescas extensiones de bosques tropicales. Y si no está usando mascarillas para respirar, ni sufre de extremo calor, ha sido porque pasamos de combustibles fósiles a energía renovable a tiempo.

Y en cuestiones políticas, si Ud. vive en una Guatemala libre de corrupción quizás se deba a que en el 2015 reformamos la Ley Electoral y de Partidos Políticos (LEPP), la Ley de Compras y Contrataciones del Estado y las reformas al régimen de Servicio Civil gracias a las presiones que ejerció la Sociedad Civil. Si Ud. no vive en un ambiente de impunidad es porque en el 2015 llevamos a la cárcel a los funcionarios que nos robaron, y les exigimos que devolvieran el botín. Si los funcionarios públicos de su época no son corruptos, es quizás porque en el 2015 implementamos la “Revocatoria del Mandato” ya sea para Presidente, Vicepresidente, alcaldes o diputados que no estuvieran haciendo las cosas bien. Si en su época logra ver orden y justicia, es porque en el 2015 el Tribunal Supremo Electoral, el MP y la Cicig unieron esfuerzos contra las estructuras criminales que nos penetraban en todo el sistema político del país. Si Ud. vive rodeado de gente íntegra en la Corte Suprema de Justicia, en el Organismo Judicial y en las Cortes de Apelaciones es porque en el 2015 cesaron las negociaciones de los partidos políticos para manipular a gente corrupta dentro de las instituciones. Si Ud. percibe que el 99% de los ciudadanos ahora tienen una excelente educación —tal y como lo ha hecho Taiwán— y hospitales y carreteras de primera categoría, es quizás porque entendimos el mensaje a tiempo.

Si se ha logrado la paz en el mundo es porque logramos aprender a tener más empatía entre nosotros, sin egoísmo o distinción de credo, raza o convicción política y si vive en una Guatemala pacífica, próspera y llena de bendiciones, es porque nosotros, quienes vivimos en el 2015, hicimos todos los esfuerzos para que su vida fuese diferente. Pero si no tuvimos las agallas, nos recriminarán los hijos, nietos y bisnietos. ¿Pasaremos a la historia como la generación del 2015 que logró cambiar el rumbo de Guatemala?