PLUMA INVITADA

17 objetivos para transformar la realidad

Stefanie Hartleben

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La humanidad enfrenta desafíos enormes para resolver los problemas del presente y construir un futuro mejor.

' Los ODS son una oportunidad para hacer lo que debe ser hecho por el bien de la humanidad.

Stefanie Hartleben

El impacto de la pandemia de covid-19, en su cara más dramática, ha causado a nivel global más de seis millones de muertes y más de 16 mil en Guatemala. Además, sigue provocando secuelas sanitarias, económicas y sociales que han puesto en evidencia la necesidad de que asumamos tareas impostergables y lo hagamos con un espíritu colaborativo porque, sin lugar a dudas, es la única forma de lograrlo.

En 2015, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) lanzó los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), una de las iniciativas más ambiciosas de su historia para intentar centrar los esfuerzos de la humanidad en superar los puntos críticos que limitan su desarrollo y cuestionan el futuro. Los ODS son definidos por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) como “un llamado universal a la acción para terminar con la pobreza, proteger el planeta y garantizar que para el 2030 todas las personas disfruten de paz y prosperidad”.

Si leemos de qué se trata cada ODS y miramos el mundo actual, y particularmente Guatemala, no hace falta decir que estamos muy lejos de conseguirlos. Incluso hay que reconocer que la pandemia y sus múltiples impactos nos han hecho retroceder en lo que habíamos avanzado.

La realidad para poder cambiarla debe asumirse como es. Y a partir de ahí plantearse los caminos para superar los problemas que nos presenta. Es por eso que los ODS, lejos de haber perdido vigencia porque las dificultades se multiplicaron, son hoy más importantes que en el 2015. Estos objetivos expresan un camino de desarrollo que es imprescindible recorrer para superar, por ejemplo, los impactos del cambio climático.

Los 17 ODS tienen una lógica integral. Es decir, están interrelacionados. Plantean metas ambiciosas pero necesarias que solo se pueden cumplir si convocan y organizan el esfuerzo de toda la sociedad: gobiernos, partidos políticos, organizaciones sociales y las instancias empresariales.

En todos los campos de la acción humana, los ODS impactan o deberían impactar, mejor dicho, en la forma de hacer las cosas, de producir, de consumir, de relacionarnos con el medio ambiente. Es por eso que hay que difundirlos, dar a conocer sus metas y también los caminos que se proponen para lograrlas.

Especialistas han destacado cómo las organizaciones que se comprometen a trabajar en pro de los ODS tienen impactos positivos. Henry Bradford Sicard, rector de CESA de Colombia, indicó en un artículo: “Sumarse a los ODS y trabajar desde las empresas en estos aspectos no es un tema de moda o una tendencia, es un asunto con repercusiones para el negocio: se calcula por parte de Naciones Unidas que los ODS representan unos 12 billones de dólares en ahorros y oportunidades para las compañías (…) Por lo tanto, un líder que está trabajando por los ODS es sin duda una persona que está conectada con la realidad del mundo de hoy, que sabe que para que a su organización le vaya bien es imprescindible crear un mundo mejor para todos”.

Lo que interesa resaltar, especialmente, es que los ODS son una oportunidad para hacer lo que debe ser hecho por el bien de todos, y que al hacerlo podamos superar los problemas desde ahora, sin dejarlo todo para el final.

Esa es la cuestión y a eso estamos abocados en Pacto Global. Queremos contribuir a mejorar nuestro mundo, aportar para que las personas tengan mejores condiciones de vida y buscar que este sea un esfuerzo colectivo con el que estemos comprometidos todas y todos.

 

*Miembro del Consejo Directivo de Pacto Global Guatemala

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