CABLE A TIERRA

Agenda 2030, ¿de qué trata?

Continuando con el tema de la Agenda de Desarrollo Sostenible, o Agenda 2030, la semana pasada abordé algunas razones de por qué los ODS constituyen un reflejo de realidades y problemas que desafortunadamente, todavía se viven en muchos países en el mundo, inclusive en sociedades desarrolladas o de ingreso alto o muy alto. A diferencia de cómo se planteó en los Objetivos de Desarrollo del Milenio, en el año 2000, enfocada solo en superar los problemas más agobiantes de los países en vías de desarrollo; en la Agenda 2030 se reconoce que estos temas tampoco están totalmente superados en los demás países, en los cuales también persiste o ha resurgido la pobreza, el riesgo de hambre, la falta de acceso a servicios de salud o el deterioro de la calidad educativa.

' En ningún caso la Agenda 2030 impone a los países cómo resolver estos problemas.

Karin Slowing

Sin embargo, va más allá. Se rescata la importancia que tiene abordar a la par los retos del crecimiento económico, de la innovación, de la capacidad de la industria, de las fuentes de energía que necesita el desarrollo y la vida moderna, y de la necesidad de invertir en infraestructura que de soporte al crecimiento económico y al bienestar de las sociedades en general. La agenda de ODS también tiene 3 Objetivos que abordan los temas de sostenibilidad ambiental y de los ecosistemas que sustentan la vida en el planeta y en cada sociedad, de cómo podemos y debemos encaminarnos hacia formas de consumo más responsables y sostenibles para que no acabemos con los recursos del planeta y dejemos a las próximas generaciones sin cómo sobrevivir.

Vinculados a estos ODS hay otros que tienen que ver con el trabajo decente y la reducción de la desigualdad a lo interno de las sociedades y entre éstas, a efecto de que los frutos de la actividad económica y la riqueza que se genera logren traducirse en mayores niveles de bienestar para las personas y que éste sea más generalizado. Y si, se refiere a la equidad entre hombres y mujeres como una condición fundamental para el desarrollo y lo hace en el sentido de abrir las oportunidades para su participación económica, política y social, al cual como humanas tenemos derecho. La Agenda no le dice a ninguna cómo vivir su vida ni mucho menos qué valores adoptar.

Finalmente, la Agenda 2030 reconoce también la tendencia a la urbanización de la vida humana, que viene casi de 60 o más años atrás, y que está marcando también cambios en cómo se presentan estos problemas del desarrollo, pero, sobre todo, imponen nuevos desafíos sobre cómo abordarlos. La Agenda 2030 reconoce que para que el desarrollo ocurra, se consolide y sostenga en el tiempo, se requiere el Estado de Derecho y sistemas de justicia Justos (valga acá la redundancia), que velen por el bien común y no sólo por los que siempre han gozado de privilegios.

En ninguno de estos casos, la Agenda 2030 impone a los países cómo resolver estos problemas. Cada país está en total libertad de definir cómo quiere enfrentarse a estas situaciones, a qué ritmos y con qué instrumentos e intervenciones. Tan responsabilidad de los países es, que Guatemala hizo en 2016 su propia adaptación de la Agenda 2030 a lo que ya marcaban los instrumentos nacionales de desarrollo, como el plan K´atun 2032, y los planes de gobierno de 2 administraciones consecutivas, denominándoles Prioridades Nacionales de Desarrollo, las cuales son 10: Reducción de la pobreza y protección social; acceso a servicios de salud; acceso al agua y gestión de los recursos naturales; empleo e inversión; educación; seguridad alimentaria y nutricional; fortalecimiento institucional de seguridad y justicia; valor económico de los recursos naturales; reforma fiscal integral; y ordenamiento territorial. Al entrar a esa página https://pnd.gt/ Al entrar a esta página, se despliega un barrilete y en cada banda del barrilete, se hace “click” y se pueden ver las metas e indicadores que definió el propio país y sobre las cuales ha hecho ya 4 informes.

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