REGISTRO AKÁSICO

Andan volando bajo, están por los suelos

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Los aviones no se compran todos los días, no están a la venta en un supermercado. Son eventos especiales, aún para las grandes compañías de transporte aéreo. Recientemente, el gobierno de los EUA regaló al país tres aviones Cessna 208B, Grand Caravan, para uso como ambulancia aérea y transporte de personal. Eventualmente, pueden servir para trasladar carga. Tal operación es semejante a utilizar automóviles de pasajeros para transportar sacos de azúcar. El mismo avión, pero de carga, es el C208B Super Cargo Master, con precio promedio de US$1 millón 747 mil.

' Firme avanza el narcoestado a través de sabotear la capacidad de impedir el trasiego de drogas.

Antonio Mosquera Aguilar

Las incautaciones de drogas obligan a su rápido transporte hacia almacenes protegidos, para evitar hurtos por parte de malos elementos de las fuerzas de seguridad. De donde es necesario contar con aviones adecuados para esa tarea. Desde la década de 1940, la FAG adquirió C47 como avión de carga y pasajeros. En uno de esos aeroplanos tuvo lugar el desplome con un gran número de artistas en el Petén, en la década de 1950. En los años siguientes aumentó su número. Se llegó a poseer una decena. Algunos aviones del mismo tipo operaron en Aviateca. En la década 1980 se repotenciaron en Wisconsin, EUA, con nuevos motores turbopropulsados. A fines de siglo ya no operaba satisfactoriamente ninguno; gran parte de los cuales fueron abandonados después de aparatosos accidentes.

En 2019, en el patio de reliquias de Wisconsin se reconstruyó un C47. Voló sobre la estatua de la Libertad, el 18 de mayo. Luego fue enviado a Francia para exhibirlo en la conmemoración del día D. El avión se dedicó a volar entre aeropuertos norteamericanos y consiguió recoger US$250 mil en donaciones, por el entusiasmo de recordar la victoria sobre los nazis.

En el país, la FAG y otros cuerpos de seguridad necesitan repotenciar aviones. Realizan todo el proceso administrativo. Hacen el POA, luego el plan de compras, se aprueba en el presupuesto nacional por el Congreso y cuando se procede a ejecutar, después de utilizar guatecompras, súbitamente resulta una eclosión de denuncias demagógicas que arruinan todo el proceso. Los aviadores y mecánicos son profesionales altamente preparados, no son improvisados. Decidieron por US$1 millón recuperar un avión. Pero, basta un informe de Contraloría repitiendo monsergas medievales según las cuales solo las aves pueden volar, para evitar la reconstrucción de aeronaves.

En el caso del C47 se ha permitido a charlatanes y demagogos cebarse con el escándalo. Con fondos de AID se ordenan campos pagados para criticar las compras de las fuerzas armadas del país. En los clubes de golf, cuando se consumen deliciosas viandas, se refiere el hambre de la población para evitar al ejército reconstruir un avión de la Segunda Guerra Mundial. El lodo se lanza sobre las bonitas chumpas de cuero de los aviadores. El ministro de la Defensa se pone anteojos oscuros de piloto de la Segunda Guerra Mundial para disimular su contrariedad. La sospecha del peculado es agrandada en titulares escandalosos de gasto militar. Obviamente, los narcos se ríen e invitan a tragos en los bares de clubes, donde la mascarilla no existe. El gasto es calificado como defraudación, pero no hay autores, cómplices ni encubridores. Ninguna denuncia ni responsables.

Todo para luego extender la palma de la mano y limosnear a EUA. Se pide regale un aeroplano, necesario para evitar la merma ilegal de los cargamentos de droga incautados. Al final, entre el punto de incautación y el almacén se pueden perder cientos, miles y hasta millones de dólares, igual gramos, kilos y hasta toneladas de drogas.

ESCRITO POR:

Antonio Mosquera Aguilar

Doctor en Dinámica Humana por la Universidad Mariano Gálvez. Asesor jurídico de los refugiados guatemaltecos en México durante el enfrentamiento armado. Profesor de Universidad Regional y Universidad Galileo.