CRITERIO URBANO
Año difícil para el mundo y para gobierno de Guatemala
En lo que fue el año más complicado de la historia de la humanidad en los últimos cien años, el gobierno del presidente Giammattei cumplirá apenas un año de gestión en el Organismo Ejecutivo esta semana, por lo que la siguiente reflexión es pertinente. Quisiera dividir esta columna de opinión en cinco temas que son clave para el desarrollo de nuestro país: salud, educación, seguridad, infraestructura y entorno económico.
' Una agenda común de cara al Bicentenario.
Juan Carlos Zapata
Los datos en salud son positivos, en lo que respecta a la gestión de este gobierno ante el covid-19, las medidas y la forma en que se logró administrar los peores meses de la pandemia, sin duda son incluso mejor que en países con niveles de salud más robustos que el nuestro, algo que se debe reconocer. Ahora bien, debemos seguir aumentando y mejorando la profesionalización dentro del sistema de salud, que a todas luces está todavía por lo menos cincuenta años atrás, especialmente en el primer nivel de salud.
En materia educativa, el país no tiene y no se ve que vaya a tener un sistema preparado para la educación virtual. En este tema sí se debe mejorar la administración, pareciera que hay una generación que se quedará estancada en el tiempo y no se está aprovechando este momento para acelerar la conectividad educativa o por lo menos no se ve un avance importante en la construcción de nuevas escuelas o centros de enseñanza, que pudieran estar listos para una educación híbrida, desde el sistema público.
El mayor logro para Guatemala y que sigue siendo un tema que puede debatirse más ampliamente, es el tema de seguridad. Sin lugar a duda, nuestro país es más seguro que hace 10 años, y los datos de violencia homicida lo demuestran. Bajar en un año de 21.5 a 15.2 la tasa de homicidios por cada 100,000 habitantes es un logro importante. En otros países de la región que también tuvieron restricciones a la movilidad y confinamiento, no se ve un porcentaje tan grande de reducción. Ahora bien, se necesita un mayor esfuerzo para reducir las extorsiones —9 de cada 10 extorsiones salen de las cárceles— por lo que allí hay un reto importante para los próximos tres años.
El tema de infraestructura no avanzó nada y lastimosamente no se ve interés para hacer los cambios necesarios desde el Organismo Legislativo. Urge aprobar la ley general de infraestructura vial, de lo contrario ese será el talón de Aquiles de cualquier Gobierno, como lo fue para el presidente Morales —tan solo en el 2019 en su último año de gestión, el país perdió 200 kilómetros de red vial—, así de grave están las cosas y al salir del municipio de Guatemala, vaya que se nota.
En lo que respecta al entorno económico, Guatemala merece un especial reconocimiento al ser la economía en América Latina que menos decreció en el 2020. Hay una ruta clara para el crecimiento económico, con sectores identificados y se está trabajando para iniciar una oficina de atracción de inversión extranjera, que deberá como primer objetivo, recuperar los empleos perdidos durante los meses más duros de la pandemia. Esto va a requerir una coordinación importante con el Organismo Legislativo, ya que están pendientes la Ley de Insolvencias, la Ley de Tasa de Interés Preferencial para la Vivienda, la Ley Antitrámites y la Ley que reglamente el trabajo a tiempo parcial según lo establecido en el Convenio 175 de la OIT.
Tenemos la oportunidad de reimaginar una Guatemala diferente, de cara al bicentenario de nuestra independencia, pero se requiere que el liderazgo del Ejecutivo se enfoque en los problemas estructurales, que no van a ser fáciles.