SI ME PERMITE

Antes de criticar al prójimo, mejor orientarlo

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“El crítico es aquel que puede traducir en un nuevo modo o una nueva materia distinta su impresión de las cosas bellas”. Óscar Wilde

Debemos entender que una crítica es prácticamente un juicio que se le hace a alguien o a algo. Por lo mismo, la conclusión puede ser condenatoria o posiblemente una opinión absolutoria. Tristemente, cuando se habla de crítica, la conclusión es condenar o bien descalificar a alguien o algo que se nos presenta.

' Solo uno determina si la crítica será constructiva o destructiva, por la actitud al recibirla.

Samuel Berberián

Por lo general y en casos muy excepcionales estamos muy poco informados de lo que se está criticando, porque si tomáramos el tiempo de averiguar todos los perfiles que el asunto conlleva, posiblemente seríamos mucho más cautelosos en emitir una opinión y mucho menos una crítica.

Cuando tenemos una mentalidad solidaria y comprensiva de los que nos rodean, es mucho más favorable orientarles para que puedan corregir o mejorar el asunto y de ese modo se eviten el ganarse una crítica al final del proceso.

Cuando nuestra capacidad se manifiesta en poder ser observadores y percibir las cosas con mucha facilidad y con ello evitamos emitir una crítica, los que nos conocen fácilmente se nos acercan y nos piden opinión para que luego les podamos orientar en mejorar o poder de alguna manera corregir lo que se está haciendo.

Sin lugar a duda, un comportamiento de ese tipo siempre es recordado con mucho cariño y se aprecia dando el crédito a quien nos extendió la mano orientándonos.

Por lo mismo, en esta vida se considera como una virtud el poder entender al prójimo y por ello podemos ayudar para que otros puedan progresar y alcanzar metas nunca antes soñadas. Por el contrario, cuando alguien percibe que se le está criticando en una primera instancia se paraliza y luego frecuentemente expresa que no puede hacer algo por la simple razón de haber recibido una crítica.

En nuestro medio hay una infinidad de personas que necesitan de una palabra de orientación acompañada de un estímulo para poder salir de donde se han quedado y con un mínimo de empuje pueden empezar otra etapa en su vida.

Cuando podemos percibir que los estímulos no son simplemente palabras o expresiones que se dicen al prójimo, sino un acompañamiento verbal o físico que ayuda a la persona a salir de un estado de conformismo o tal vez de desánimo, empezamos a visualizar alternativas que hasta ese momento eran imposible de percibir. Muchos, por alguna vivencia del pasado o por la actitud negativa de alguien que los rodea, han entrado en un estado de desánimo y si podemos de alguna manera ayudarlos para salir de ese estado hemos podido abrir un nuevo panorama para ellos.

Nadie necesita que se le enseñe cómo criticar al prójimo, para ello somos unos expertos a la máxima dimensión, pero sí debemos aprender y ejercitarnos cada día de nuestra vida en estimular a los que nos rodean, y si hemos tenido experiencia en algún campo de esta vida bien podemos compartir nuestra experiencia y con ella orientarlos.

Personalmente cada uno de nosotros tiene recuerdos de ciertas personas que tuvieron el atrevimiento de criticarnos al extremo de que casi nos eliminan del círculo al cual pertenecíamos, pero por otra parte también están los que nos orientaron y por ellos hemos llegado a donde estamos hoy.

Sigamos el ejemplo de aquellos que nos ayudaron para llegar donde nos encontramos hoy.

ESCRITO POR:

Samuel Berberián

Doctor en Religiones de la Newport University, California. Fundador del Instituto Federico Crowe. Presidente de Fundación Doulos. Fue decano de la Facultad de Teología de las universidades Mariano Gálvez y Panamericana.