En los últimos días desde que se publicó la noticia que Guatemala va a terminar con un crecimiento económico histórico de 7.5%, las reacciones no se han hecho esperar. Estamos claros de que el hecho de haber salido de una pandemia global tiene un impacto importante en este crecimiento y que tanto el aumento en las exportaciones, importaciones y de las remesas, sin duda, tienen un efecto positivo. Sin embargo, lo que debe preocuparnos es cómo aumentar la productividad laboral, especialmente a nivel local.

La única forma de aumentar los ingresos reales de la población no es aumentando el salario mínimo, como pregonan algunos populistas trasnochados, sino con un incremento a la productividad laboral. En Guatemala, nuestro nivel de productividad laboral es apenas de US$21,956.64 al año por trabajador, según el último informe de The Conference Board, mientras que en Estados Unidos es de US$142,724.90, esto quiere decir que un trabajador es 6.5 veces más productivo en Estados Unidos que en Guatemala. Esta es la principal razón por la que una persona gana más en aquella nación y por ende una de las causas subyacentes de la migración.

Si queremos revertir esa situación, tenemos que enfocarnos en aumentar la productividad del trabajador guatemalteco y esto sólo se logra mejorando la competitividad. A nivel global el índice de competitividad es la herramienta que publica el Foro Económico Global para medir la eficiencia de un país para aumentar su productividad. En el caso de Guatemala, en los últimos años desde Fundesa se ha impulsado la medición del índice de competitividad local, una herramienta que ayuda a medir la competitividad a nivel de los territorios.

En la última medición del Índice de Competitividad Local, los tres municipios más competitivos son Guatemala, Santa Catarina Pinula y San Miguel Petapa. No es de extrañarnos que estén en el área metropolitana del departamento de Guatemala. De hecho, dentro de los veinte municipios más competitivos fuera del departamento de Guatemala destacan: Antigua Guatemala, San Lucas Sacatepéquez, Jocotenango, San Bartolomé Milpas Altas, Santa Lucía Milpas Altas, Santa Catarina Barahona, Sumpango y Santiago Sacatepéquez. Otro dato interesante es que el municipio de Zacapa ya es más competitivo que Quetzaltenango.

Si vemos al detalle la competitividad, nos daremos cuenta de que existen tres tipos de territorios en Guatemala. Aquellos municipios más productivos, 27 municipios en total con una evaluación entre 60 y 80 puntos, 249 municipios con una evaluación entre 40 y 60 puntos y 64 municipios, evaluados entre 20 y 40 puntos (los municipios menos competitivos por lo general están en Alta Verapaz, Quiché, Huehuetenango y Totonicapán).

Si lográramos aumentar la competitividad en esos departamentos, el país sin lugar a duda podría generar mayores ingresos aumentando la producción por trabajador en municipios más aislados, donde la gran mayoría de la población muchas veces vive en el área rural, trabaja en sectores de agricultura de subsistencia y donde existe poca inversión en infraestructura productiva.

El índice de competitividad local es una herramienta para aumentar la inversión en las instituciones, infraestructura productiva, adopción de tecnologías información y la comunicación, mejorar el entorno económico, fortalecer la salud y la formación técnica laboral, fomentar mayor capacidad productiva, invertir en el mercado laboral, aumentar el sistema financiero, incrementar el tamaño de mercado, dotar de mayor dinamismo a los negocios y generar espacios para la innovación.