Urbanismo y sociedad
Arquitectura
Un nuevo año buscando nuestro arte en el fenómeno urbano, arquitectónico, artístico y social.
Ahora que la Humanidad está pasando otro año más, recordamos que, desde Vitrubio hasta la Carta de Atenas de 1924, no se han vuelto a estudiar los principios básicos de la arquitectura y el arte. Pues hacemos proyectos, es decir “un conjunto de ideas, escritos y cálculos para la realización de una obra de arquitectura y urbanismo”.
Veamos un poco de historia: Uno de los principales catalizadores del movimiento moderno fue la Bauhaus. Esta escuela de arte unió las experiencias de arquitectos, artistas y diseñadores de numerosos países. Le Corbusier comenzó con la publicación de los primeros escritos donde clamaba por una nueva ciudad de rascacielos dispuestos sobre enormes espacios arbolados. Su Ville Savoie (1929-30), en los alrededores de París, es uno de los arquetipos de la arquitectura contemporánea. Algunos ingenieros como Robert Maillart, Eugene Freyssinet, Eduardo Torroja o Pier Luigi Nervi construyeron también a lo largo del siglo XX. En tanto, el arquitecto finés Alvar Aalto trabajó en la arquitectura de corte industrial.
Hacia finales de la década de 1920, especialmente en Brasil, la influencia de Le Corbusier es evidente sobre Lucio Costa y Oscar Niemeyer, responsables de la construcción de la ciudad de Brasilia. El International Style de los arquitectos alemanes que emigraron a Estados Unidos inició allí una corriente más ligada a la tradición constructiva estadounidense. Uno de sus discípulos, Philip Johnson, concretó el International Style. La arquitectura posmoderna nació como reacción al International Style en la década de 1960.
Nuestros maestros Jorge Montes, Carlos Haussler, Roberto Aycinena, Max Holzheu, Jorge Molina y Vinicio Asturias nos envolvieron dentro de estos movimientos al comenzar los estudios de arquitectura en Guatemala en los años 50. Acercándonos a un nuevo año, los jóvenes arquitectos están envueltos en tecnología que por sí sola no sabe de aspectos sociales ni de estilos cuando se tiende a resolver los problemas de Guatemala.
El fenómeno urbano, arquitectónico, artístico y social de los actos religiosos.
Por ejemplo, nuestras experiencias sísmicas nos llevaron a establecer metodologías de diseño sobre las amenazas de ese tipo en zonas con mayor contribución a la peligrosidad como las de la subducción de la costa del Pacífico, el sistema de falla Chixoy-Polochic-Motagua, asociadas al límite Norteamérica-Caribe. En conclusión, los mecanismos con que contamos actualmente se deben utilizar ampliamente para estudiar nuestros problemas sociales, arquitectónicos y urbanos.
Por aparte, en cuanto a Semana Santa, Guatemala es uno de los países que durante la Semana Santa registra una variedad de procesiones de imágenes religiosas con más de un siglo de historia. Una tradición que se vive en España y fue trasladada a Guatemala.
El fenómeno urbano, arquitectónico, artístico y social de los actos religiosos, procesiones de la Semana Santa, incluye todo lo que se realiza para estas fechas, desde las procesiones en sí, las obras de arte de las urnas procesionales que llevan a Cristo cargando la cruz, hasta el Cristo crucificado y el Santo Entierro en sus andas talladas de madera, adornadas con diversidad de motivos.
Además de los aspectos religiosos, la Semana Santa es un fenómeno de carácter sociocultural y turístico de gran importancia como las tradicionales procesiones en Guatemala, La Antigua y otras localidades. Los cortejos recorren las calles alfombradas con aserrín de múltiples diseños, con dibujos de colores, acompañados por una banda de músicos con instrumentos de viento y de percusión. Sin importar las horas que tomen, las bandas caminarán al lado de las procesiones desde el momento de la salida hasta su entrada al templo.
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