PUNTO DE ENCUENTRO
Atacar al periodismo para esconder información
El jueves 14 de julio, el medio digital No-Ficción (NF) publicó la investigación titulada “El testimonio de Sinibaldi que acusa a Pérez Molina, Baldetti y a 108 diputados de recibir sobornos de Odebrecht”. El reportaje forma parte de la iniciativa Redacción Regional, una alianza de periodistas y medios para dar cobertura a temas de violencias, desigualdades, corrupción y derechos humanos.
' Cuando se agrede al periodismo se vulnera el derecho de la población a recibir información fiable.
Marielos Monzón
El texto recoge el testimonio del exministro de Comunicaciones del gobierno del Partido Patriota, Alejandro Sinibaldi Aparicio, en el que inculpa al expresidente Otto Pérez Molina, a la exvicepresidenta Roxana Baldetti Elías y a 108 diputados de la legislatura 2012-2016 de haber recibido sobornos de la constructora brasileña Odebrecht.
El artículo explica cómo cada uno de los legisladores habría recibido una suma de Q250 mil a cambio de su voto para favorecer a la empresa brasileña. Los supuestos pagos fueron avalados por Pérez Molina y Baldetti Elías, quien además se encargó de gestionar la compra de voluntades para aprobar el proyecto, según la declaración del exfuncionario que obra en poder del MP.
En el testimonio de 41 páginas —cuya autenticidad de acuerdo con NF fue confirmada por el actual jefe de la Feci, Rafael Curruchiche— se detalla que “Sinibaldi acepta haber cobrado US$19.7 millones de un total de US$31.95 millones que, acusa, habrían sido repartidos en una estructura que incluía al expresidente, la exvicepresidenta y a 108 diputados del Congreso 2012-2016. A la fecha, 16 de ellos son congresistas en esta legislatura”. El reportaje completo puede leerse en www.no-ficcion.com.
Unos días antes, NF publicó en su portal otra nota titulada “El viejo Santos, líder histórico de la MS-13 salvadoreña, está detenido en Guatemala desde abril”, en la que se informa cómo el gobierno del presidente Nayib Bukele habría liberado “con discreción” a finales de 2021 a Moisés Humberto Rivera Luna, “El viejo Santos”, uno de los pandilleros salvadoreños requerido por la justicia estadounidense.
Según se explica, la administración de Bukele no accedió al pedido de extradición de EE. UU., en el contexto de la negociación que el gobierno mantuvo en secreto con líderes de las principales pandillas que operan en ese país. “El viejo Santos” está en prisión preventiva en Guatemala tras un operativo de la PNC en el que incautaron armas y drogas.
Los dos reportajes se hicieron virales por tratarse de temas de alto impacto tanto en nuestro país como en El Salvador. Las reacciones no se hicieron esperar y un ejército de cuentas anónimas empezaron el acoso digital contra No-Ficción y sus periodistas.
Apenas unas horas después de la publicación de la investigación que recoge el testimonio del exministro Sinibaldi en el caso Odebrecht, la cuenta @noficciongt en la red social Twitter fue desactivada. Aunque la recuperaron, el ataque continuó y perdieron a sus 17 mil seguidores. Esta agresión tiene un claro objetivo: silenciar al medio y evitar que su trabajo periodístico se difunda.
Lo ocurrido contra NF no es nuevo. Forma parte de un patrón de ataques contra periodistas y columnistas independientes y los medios en los que publican. Jaqueo a sus portales web, acoso digital en redes, órdenes de captura y demandas penales sin sustento, cerco económico y denegación de información.
Cuando se agrede al periodismo crítico e independiente se vulnera el derecho que tiene la población a recibir información fiable sobre hechos que de una u otra manera le afectan y se beneficia la corrupción de personas de alto perfil y poder económico y político. Por eso los ataques.