Esta semana se celebró la independencia de los países centroamericanos. Cada nación centroamericana ha ido forjando su propio futuro. Una de las reflexiones más importantes de la Independencia es que se ganó el reconocimiento de ciudadanía de un país por parte de todos sus habitantes. Con esta ciudadanía ganamos la facultad de ejercer derechos. Con esas etapas de la historia se fueron creando identidades que nos acompañan al día de hoy.

Para Guatemala, uno de los principales legados de nuestra independencia es que acordamos como sociedad en vislumbrar ser una república. Una república en donde todos sus habitantes son ciudadanos y cuentan con derechos. En donde la soberanía radica en los individuos de la sociedad.

Para que una república sea funcional necesita que las instituciones cumplan con sus funciones, que los principios fundamentales sean cumplidos y que la ciudadanía goce de libertad. La noción de construir un mejor futuro y que somos nosotros, los ciudadanos, quienes tenemos esa posibilidad es importante para que la esperanza nos motive desde distintos aspectos de la vida.

La posibilidad de construir un mejor futuro no es un concepto vacío. Más bien, es un concepto que puede determinar el rumbo y éxito de una nación. Esta posibilidad se asegura con la existencia de condiciones en donde esta especie de soberanía individual se pueda ejercer. Implica que las instituciones del Estado están al servicio del ciudadano, asegurando las condiciones para ejercer la libertad, tales como condiciones de justicia, seguridad, movilidad, entre varias otras.

La celebración de nuestra independencia es un momento adecuado para que celebremos lo que somos y que nos une como nación. Al mismo tiempo, es un tiempo importante para que reflexionemos sobre qué necesitamos mejorar como sociedad para valorar más la República que como nación nos propusimos ser. Algunas personas tienden a caer en el falso dilema: se celebra o no hay nada que celebrar en la Independencia. Si bien puede parecer válido cuestionar el funcionamiento del Estado y dinámicas sociales en estas fechas, eso no implica que tengamos que esconder nuestra historia. Por el contrario, yo creo que al mismo tiempo que celebramos que somos una nación podemos identificar los retos importantes que tenemos como cualquier otra nación.

Especialmente este año tenemos algo muy importante que celebrar como país, y es la posibilidad de contar con elecciones libres. Con particularidades muy importantes, que no están presentes en todos los países, como el hecho de que las elecciones generales son gestionadas y resguardadas por miles de ciudadanos que participan en las juntas electorales, departamentales y receptoras de votos. Este es un claro ejemplo de cómo los guatemaltecos construyen su propio futuro y colaboran en resguardar instituciones que aseguran sus derechos fundamentales.

Para mí, la reflexión más importante de la Independencia radica en la libertad. La motivación de ser libres de decidir y actuar en torno a nuestro presente y futuro. Para ello es indispensable que resguardemos y materialicemos nuestro acuerdo fundamental de ser una república. Una república que se ve materializada con las instituciones y principios constitucionales que aseguran que el guatemalteco sea libre y que sus derechos están garantizados. Para celebrar nuestra independencia generemos un compromiso en proteger estas instituciones. Para que estén al servicio de los ciudadanos, quienes ganaron su independencia y somos quienes construimos la nación en la que vivimos a través del civismo. Para que la República siga viva se requiere de nuestra participación activa como ciudadanos.