CON OTRA MIRADA
Centro Cívico, ejemplo de interpretación histórica
El Centro Cívico en la ciudad de Guatemala fue resultado de factores administrativos, sociales, políticos y culturales prevalecientes en la Guatemala de los años 50, post Revolución del 44 y Primavera Democrática (44-54). Administrativamente, el Estado estaba centrado en el Palacio Nacional y otros edificios en la zona 1, actual Centro Histórico. Socialmente, el derrocamiento del progresista Jacobo Árbenz y la contrarrevolución representada por el mentecato Carlos Castillo Armas dejó un mal sabor en la boca del pueblo, al tiempo que gran regocijo en el ánimo de los dueños de la finca. Políticamente, la Guerra Fría, excusa estadounidense para permitir la intervención de la CIA en asuntos internos de Guatemala, dio lugar a programas de apoyo y financiamiento de proyectos públicos, a fin de equilibrar su endeble imagen.
' Ustedes tienen en su país Tikal, de rica arquitectura, de la que hay tanto por aprender.
José María Magaña Juárez
Culturalmente, fue una década en que la administración, en manos de políticos visionarios y funcionarios letrados dispuestos a llevar a la modernidad al país después de 13 años de oscurantismo, creó instituciones doctas y formativas, facilitando becas de estudio en el extranjero, que produjeron artistas y profesionales con visión amplia y universal. Entre estos, los jóvenes arquitectos que regresaron a Guatemala al inicio de los años 50, que se incorporaron al trabajo de las más importantes instituciones públicas dedicadas al quehacer urbano y arquitectónico: Dirección General de Obras Públicas y municipalidad capitalina, al tiempo que plantearon la creación de la primera Facultad de Arquitectura y ejercieron la libre práctica de la profesión.
En ese ámbito académico, administrativo, progresista y juvenil asistieron a un Congreso Internacional de Arquitectura celebrado en la Ciudad de México, en donde, una noche, camino al restaurante, pasando por el vestíbulo en donde estaba montada una exposición de proyectos, propia de esos encuentros, notaron la solitaria presencia del connotado Frank Lloyd Wright, decidiendo, tras una corta y rápida mirada entre sí, acercarse y abordarlo.
Palabras más, palabras menos, tuvo lugar el siguiente diálogo:
— Buenas noches, maestro Wright.
— Buenas noches, jóvenes, ¿De dónde vienen?
—De Guatemala.
— ¡Ahhh, Guatemala…! ¿Y qué están haciendo aquí, en donde no van aprender nada? Ustedes tienen en su país Tikal, de rica arquitectura, de la que hay tanto por aprender. Sugiero vean hacia adentro… ¡Disfruten la exposición. Buenas noches!
El Centro Cívico fue, pues, también resultado de una visión introspectiva de nuestros valores ancestrales. Es un conjunto urbano, arquitectónico y artístico, inspirado en las ciudades mayas, que conjuga plazas, plataformas sobre las cuales se asientan edificios y calzadas, algunas pendientes de consolidar y trazar que lo unen a la Villa Olímpica y al Centro Cultural Miguel Ángel Asturias. La composición de los edificios responde a la optimización de la iluminación natural. Sus fachadas oriente y poniente son ciegas, en las que se fundieron in situ murales de los grandes maestros de las artes plásticas, alusivos a nuestra historia, orígenes culturales, economía y comercio.
El Palacio Municipal, con obra de Dagoberto Vásquez y Guilermo Grajeda Mena, respectivamente. El IGSS, con su talud tablero sobre la 7ª avenida y mural de Roberto González Goyri, así como el de Carlos Mérida, en la plaza que lo une al Palacio Municipal. El Banco de Guatemala, con abstracciones de estelas de Roberto González Goyri (oriente) y Dagoberto Vásquez (poniente); en tanto, el Crédito Hipotecario Nacional, magnífica interpretación de la arquitectura colonial, alrededor de un patio central, con obra de Efraín Recinos.
En otras palabras, el Centro Cívico es una impresionante interpretación de los más importantes períodos históricos de nuestra Nación.