NOTA BENE

Comercio internacional bloqueado

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El atasco del carguero Ever Given ilustra las consecuencias de un freno artificial a la actividad económica mundial. El barco encalló en el Canal de Suez, y cientos de barcos, de ambos lados, fueron impedidos de circular por dicha vía. El gigantesco buque, de 400 metros de longitud y 224,000 toneladas, con un cargamento valorado en US$1 mil millones, estuvo varado durante seis días luego de que una tormenta de arena y fuertes vientos causaran el accidente.

' El Gran Encierro se parece al Ever Given.

Carroll Ríos de Rodríguez

Cuatro veces más embarcaciones transitan por el Canal de Suez que por el Canal de Panamá: el 30 por ciento de los barcos cargueros del mundo circulan diariamente por allí. Más de 1 mil millones de toneladas de bienes con destino a Europa, Asia y Oriente Medio pasaron por él en el 2019.

¿Cómo nos afectó el atasco? Los precios de bienes y servicios que consumimos a diario subieron, porque interrumpió la distribución de energéticos. Según Lloyd’s, el bloqueo del canal frenó el trasiego de US$9.6 mil millones de bienes por día, o US$400 millones por hora. La ruta alterna, por el Cabo de Buena Esperanza, es más cara y alarga significativamente el viaje. Entorpeció incontables encadenamientos y procesos, estropeó bienes perecederos y destruyó algunos empleos.

El Gran Encierro decretado por gobiernos alrededor del mundo durante el 2020 fue también como un masivo embotellamiento. Tomará años calcular los costos de ese parón coactivo. El Banco Mundial aventuró un estimado: las economías avanzadas se encogieron en 7 por ciento, y las economías emergentes en 2.5%, después de seis años de crecimiento ininterrumpido. Cada hogar vería su ingreso mermar en 3.6%, y más personas retornarían a la categoría de pobreza extrema. Preocupa sobremanera la crisis del desempleo, que se vislumbra 10 veces más grande que la provocada por la crisis financiera del 2008. Muchos gobiernos dieron rienda suelta a su deuda pública, y los gobiernos centrales se volvieron mucho más intervencionistas.

El centro de investigación American Institute for Economic Research documenta los adversos efectos del Gran Encierro en Estados Unidos. Reportan desempleos, sobre todo para padres y madres de familia con hijos en edad escolar. Una de cuatro madres reportó que perdió su trabajo porque no tenía con quién dejar a sus hijos. Además, AIER dice que aproximadamente 24 millones de niños pudieran desertar de la escuela.

La crisis en salud mental también afecta la economía. Subió el consumo de drogas y alcohol. En 40 estados se dispararon las muertes por sobredosis. Un 40% más personas afirmaron que sufrían por enfermedades mentales, de las cuales muchas tenían inclinaciones suicidas.

Se estima que 10,000 niños murieron de hambre en Estados Unidos por causa de la pandemia. Muchos padres confesaron no poder alimentar adecuadamente a sus hijos, y entre 88 y 115 millones de personas cayeron en la pobreza extrema en el 2020. La cifra pudiera incrementar para el 2021.

Están pendientes los estudios exhaustivos con cifras exactas, pero es ineludible el hecho de que el Gran Encierro por decreto provocó pobreza, destrucción y sufrimiento. Con sus medidas bien intencionadas, a veces antojadizas y contrarias a las indicaciones científicas, las autoridades estatales entorpecieron unos complejísimos procesos, producto de la acción libre de millares de personas en todo el mundo. Si algo aprendimos en el 2020 es que los gobiernos deben ser muchísimo más respetuosos de la libertad económica y del comercio. Deben permitir a las personas gran holgura para desempeñar nuestro trabajo honrado y así traer el pan a la mesa y sostener a nuestras familias. Deben evitar convertirse en Ever Givens atascadores.

ESCRITO POR:

Carroll Ríos de Rodríguez

Miembro del Consejo Directivo del Centro de Estudios Económico-Sociales (CEES). Presidente del Instituto Fe y Libertad (IFYL). Catedrática de la Universidad Francisco Marroquín (UFM).