Pluma invitada

Cuando la sátira es fiesta

Es momento de iniciar el proceso de desarrollo sostenible porque estas festividades debieran poderse comparar entre sí.

Nuestra tricentenaria Universidad de San Carlos de Guatemala posee una arraigada tradición de más de cien años, llamada la Huelga de Dolores, ya que el primer desfile se realizó el Viernes de Dolores del 1 de abril de 1898. El evento consiste en una manifestación estudiantil expresando su malestar y protestando en contra de los diversos problemas políticos, sociales y económicos del país. Con el tiempo, la Huelga de Dolores ha evolucionado en varios aspectos. Inicialmente se refería más a cuestiones específicas de la Usac, pero ahora incluye temas de actualidad como la corrupción, la desigualdad, etc. Asimismo, con el avance de la tecnología, tiene una mayor visibilidad y participación, al incluir a las nuevas generaciones. Durante todo este tiempo, la Huelga de Dolores se ha adaptado a las condiciones políticas cambiantes del país y se ha involucrado con movimientos sociales como los pueblos indígenas, las feministas y los ambientalistas. Lamentablemente, en las semanas previas al Viernes de Dolores, los estudiantes se ausentan de las clases por las actividades de preparación para la Huelga.

Existe en la ciudad de Valencia, España, otro festival de crítica que sigue la misma línea que la Huelga de Dolores de la Usac. Se trata de las Fallas de Valencia, que se celebran del 14 al 19 de marzo, y su forma actual se remonta al siglo XIX. Es un tiempo de fiesta y alegría que culmina con la quema de las Fallas en el Día de San José. Las fallas son esculturas asombrosas y son una sátira humorística de la situación nacional. Se exhiben en las calles de la ciudad, y en la noche del 19 de marzo se queman. La conclusión de la festividad es una masiva fiesta pirotécnica llamada Mascletá.

Ambas fiestas son eventos culturales únicos, y por ser una crítica política uno podría tender a compararlas. Pero realmente puede ser que estemos comparando peras con manzanas, ¿o no?

Quizás la diferencia entre ambos festivales estriba en la cultura y la educación de los guatemaltecos y los españoles.



Las Fallas de Valencia son preparadas durante casi un año por la gente de los barrios, durante todo el año, a través de clubes. La participación incluye a todos los habitantes que deseen participar afiliándose al club respectivo. Además, las festividades han logrado que las Fallas generen un muy importante interés turístico en la ciudad y la belleza de las esculturas temporales ha colocado al festival valenciano entre la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco desde el año 2016.

La Huelga de Dolores es preparada casi exclusivamente por estudiantes de la Usac en unas pocas semanas antes del Viernes de Dolores. Asimismo, se realiza una recaudación de fondos personalizada que permite a los estudiantes preparar sus carrozas, elaborarse sus uniformes de encapuchados y a la vez disfrutar de fiestas estudiantiles en donde consumen alcohol. Para algunos, la manera en que los estudiantes expresan sus críticas a través de los comunicados o del desfile bufo puede ser ofensiva, pero es la libertad de expresión sin límites.

Quizás la diferencia entre ambos festivales estriba en la cultura y la educación de los guatemaltecos y los españoles. Todos estamos conscientes de que España está mucho más adelantada que Guatemala. Sin embargo, en las primeras décadas del siglo XX, ambos estábamos al mismo nivel de desarrollo. Fueron el sistema de educación de España, el apoyo gubernamental a la innovación y el deseo de superación de los españoles que hicieron la diferencia. Es momento de que nosotros iniciemos el proceso de desarrollo sostenible porque, en realidad, estas dos festividades sí debieran poderse comparar entre sí, como peras con peras.

ESCRITO POR:

Carlos R. Paredes

Consultor en desarrollo institucional y empresarial. Máster en Economía Aplicada y Administración de Negocios. Ingeniero Mecánico Industrial. Exdirector ejecutivo del Campus Sur UVG. Exdecano de la Facultad de Ingeniería UVG. Catedrático universitario.