Como todos los años a finales de enero, el Foro Económico Mundial (WEF, en ingles) celebró su 50ª edición, en una pequeña localidad en las montañas orientales de Suiza, Davos. Las reuniones de empresarios y políticos capturaron durante cuatro días la atención mundial, reuniéndose cerca de tres mil participantes, de 117 países, incluyendo 53 jefes de Estado, los principales líderes mundiales de la política, los negocios, la sociedad civil, el mundo académico, los medios de comunicación y las artes.

Entre las personalidades públicas que atendieron este año el Foro están el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump; la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen; la canciller alemana Ángela Merkel, la presidenta de la Confederación Helvética, Simonetta Sommaruga, como también, los presidentes latinoamericanos de Colombia, Ecuador y el presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó.

Desde su creación en los años 70, el WEF ha promovido la defensa del libre comercio, propiciando un espacio en la búsqueda de acuerdos integrados de comercio. Es un encuentro al más alto nivel de líderes empresariales y de altos funcionarios de gobiernos, para lograr un diálogo en territorio neutral, con el objetivo de debatir y analizar los problemas económicos y financieros de actualidad mundial, así como los desafíos más apremiantes a los que se enfrenta la humanidad. Aunque allí no se toman decisiones, varios de los asistentes a este foro son personas que toman decisiones que afectan a todo el mundo.

El mundo se encuentra en una encrucijada crítica, comentó el fundador del WEF, Klaus Schwab, en una comunicación. Con esto en mente, la agenda de este año fue principalmente sobre cómo las empresas y los gobiernos pueden hacer del mundo un lugar mejor para todos. También hubo discusiones sobre el multilateralismo versus el proteccionismo, así como sobre el clima, que nunca ha tenido tanta relevancia como ahora.

Aprovechando la presencia de varios ministros responsables del comercio internacional de la OMC en Davos, paralelamente, durante las reuniones del WEF, el ministro de Comercio suizo invitó a una reunión informal a 35 ministros, para dialogar sobre las futuras actividades de la organización durante el 2020, entre ellas la 12ª Conferencia Ministerial de la OMC (CM12), que tendrá lugar en Nur-Sultan, en junio de este año.

Igualmente se realizaron, paralelamente, reuniones en pequeños grupos de ministros, sobre una variedad de temas. En estas los participantes subrayaron la urgencia de adoptar las medidas necesarias para restablecer un sistema de solución de controversias.

Para el caso de las negociaciones en curso, sobre las subvenciones a la pesca, urgieron a los negociadores a que contribuyan a la sostenibilidad a largo plazo de la pesca mundial.

Otras reuniones se realizaron sobre el comercio electrónico, la facilitación de las inversiones y la reglamentación nacional de los servicios. Sobre la agricultura, el Grupo Cairns insistió con avanzar en la reforma de la política comercial agrícola. En todas se reconoció ampliamente la importancia de mejorar el funcionamiento de la OMC.

Durante estas reuniones, los ministros subrayaron su compromiso con el éxito de la MC12 en Nur-Sultan y acordaron la intensificación de los esfuerzos para asegurar que la OMC cumpla con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 14.6. de las Naciones Unidas.