DE MIS NOTAS

De intereses, muros y geopolítica

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Es una realidad en todos los ámbitos en que nos movemos. Existen siempre una multitud de agendas e intereses en las cuales cada uno quiere imponer la suya. Podríamos enfocarnos en lo que estamos de acuerdo: La desnutrición; la violencia; la generación de empleo; la educación escolar de calidad; el mejoramiento de la infraestructura; un servicio civil eficiente; un sistema hospitalario funcional y efectivo. Solo con estos temas habría suficiente para acordar una agenda consensuada, pero los muros lo impiden.

' Y bueno, que al final, como con Maduro, son los intereses, no los amigos los que cuentan…

Alfred Kaltschmitt

Hay otros temas, por supuesto, como el combate a las drogas y la lucha contra la corrupción; pero en ese pantano es donde están los lagartos y no se puede hacer nada en tanto todos estemos de acuerdo en cómo drenarlo. Propuestas factibles sobre cómo hacerlo aguardan la decisión del próximo gobierno.

En estos momentos hay agendas con intereses particulares. Por ejemplo, el grupo que adversa a la reelección de la actual Fiscal General señala que no es idónea, capaz y honesta. Estos argumentos no se pueden sustentar si ella “es” la actual Fiscal General y ya fue escudriñada, evaluada, nombrada, juramentada; y ha estado ejerciendo el cargo durante los últimos años. Cuestionar su idoneidad es contradictorio.

La inclusión de la Fiscal General en la lista Engel fue una acción política dirigida a evitar que fuese reelecta. Las razones que el Departamento de Estado dio para tal inclusión son que los 7 incluidos en tal lista “socavan la democracia, obstruyen la investigación de la corrupción y minan las causas de raíz de la migración irregular”. Es evidente que las causas de la migración no tienen relación alguna con la lista Engel; y más bien, alientan un ambiente poco propicio para la inversión y la generación de empleo; los pivotes centrales conexos a la migración.

No abogo por la elección de la actual Fiscal ni de ningún otro aspirante. Pero si subrayo la importancia que para el Departamento de Estado debería tener el fomentar una relación mas proactiva hacia Guatemala, tomando en cuenta sus propios intereses geopolíticos de cara al nuevo orden mundial que la guerra de Ucrania/Rusia ha creado, especialmente con relación a materias primas y minerales.

El viernes 4 de marzo el níquel costaba alrededor de 29.000 dólares la tonelada en el mercado de futuros de la Bolsa de Metales de Londres; para el martes siguiente, el precio había superado los mercados durante una semana. Posteriormente, con movimientos de contención nunca vistos en la bolsa, bajó a 32,000 dólares la tonelada. La plata y el oro también se han disparado.

Si añadimos a esta ecuación de la “geopolítica de los minerales”, el avance de China en la región, se entiende la preocupación de la actual administración Biden, de ponerle como misión principal a la nueva embajadora en Honduras, Larua Dogu, la estrategia de contención para evitar que el Gobierno de Xiomara Castro rompa relaciones con Taiwán.

Los Estados Unidos saben perfectamente que deben consolidar esta zona geopolítica cuidando de sus aliados. Están bien informados que su principal rival anda de “shopping”, ofreciendo, en vez de garrote, zanahorias.

La diplomacia debería volver a tener tacto y prudencia, evitando presentarse en tribunales para presionar a jueces y mucho menos, incluyendo a altos funcionarios de su gobierno “amigo” en listas negras.

Y bueno, que al final, como con Maduro, son los intereses, no los amigos los que cuentan…

ESCRITO POR:

Alfred Kaltschmitt

Licenciado en Periodismo, Ph.D. en Investigación Social. Ha sido columnista de Prensa Libre por 28 años. Ha dirigido varios medios radiales y televisivos. Decano fundador de la Universidad Panamericana.