SI ME PERMITE

El aprecio a mi padre debería ser todo el año

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“Para servir de apoyo a sus hijos, los padres deben ser más que simples espectadores”. Audrey Asobrook

Cuando tenemos la costumbre de celebrar los acontecimientos especiales es muy normal que, en el Día del Padre, en la misma línea se le haga algo especial y se tenga algo especial para honrarlo. Eso está muy bien, pero no es todo. La norma es apreciarlo mientras está en vida y honrar su memoria cuando ya no está con nosotros.

' Los padres ganan el respeto de sus hijos simplemente porque cumplen con el deber de paternidad.

Samuel Berberián

Si tenemos la destreza de apreciar a nuestro padre, debemos entender que esto nos hace más bien a nosotros como hijos que lo que le expresamos a nuestro padre. No quiere decir esto que ellos no lo aprecien y lo agradezcan, claro está que es muy gratificante para un padre recibir el aprecio de sus hijos, sabiendo que no es perfecto; pero en lo que él entiende, está haciendo el mejor esfuerzo para cumplir la tarea que le toca como padre.

Es evidente que cada padre de familia tiene una diferente concepción de lo que es tener en esta vida responsabilidad, no importando el estado de ánimo o las circunstancias por las cuales está atravesando, debe atender esa responsabilidad, aunque los demás juzguen si lo que se ha hecho era lo correcto. Es muy difícil complacer la perspectiva de los que están a nuestro alrededor, pero sin lugar a duda el tiempo prueba lo certero que fue aquel hombre en lo que hizo por sus hijos.

En muchas oportunidades hemos visto que los que tienen menos capacidad natural en la tarea de la paternidad son los que han puesto más de su parte en favor de sus hijos.

De igual manera, los que tienen mayores capacidades y recursos, en algunos casos, son los que no han sacado la tarea de la mejor manera. Solo para un ejemplo: cuántos hombres se esmeran y se dedican a su trabajo con la connotación de que eso lo están haciendo por sus hijos, y esto es verdad, ya que no dejan de atender el trabajo porque es con este que tienen para proveer en su hogar. Es fundamental tomar en cuenta a la familia cuando se está aceptando un trabajo y entendiendo el tiempo que hay que ausentarse del hogar, porque estando con su familia no solo la enriquece, sino que le brinda una seguridad que es muy difícil de explicar pero que es real.

Cuando el padre, por alguna razón, ya no está con la familia, no solo se le recuerda mucho más, sino que se entiende la realidad de lo insustituible que es la figura del padre en una familia donde se quiere no solo llevar las cosas lo más armoniosas posibles, sino que mucho más saludables moral y emocionalmente. Para ello hay que pagar un precio, no solo de parte del padre, también de cada miembro de la familia.

Dichosos los que todavía tienen a su padre con ellos, deben valorarlo y también hacerle saber lo que significa para cada uno de los hijos, porque como son diferentes en carácter y personalidad, la relación también tiene dimensiones y efectos muy diferentes.

Entendemos que muchos, por alguna razón, no han tenido a su padre con ellos y eso ha dejado un vacío en su vida Es sabio y prudente buscar el cómo superar esa vivencia para que cuando a ellos les toque formar su hogar no lleven ese vacío a la familia que han de tener.

En estos días tan confusos que vivimos, en lo que a normas y principios se refiere, Dios ayude a los padres de familia a poder llevar a cabo la tarea insustituible que les corresponde.

ESCRITO POR:

Samuel Berberián

Doctor en Religiones de la Newport University, California. Fundador del Instituto Federico Crowe. Presidente de Fundación Doulos. Fue decano de la Facultad de Teología de las universidades Mariano Gálvez y Panamericana.