NOTA BENE

El censo y las predicciones

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La semana pasada, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) dio a conocer los resultados preliminares del XII Censo Poblacional. Desató una acalorada discusión el dato del total de guatemaltecos: 14.901,286 personas. Los estimados rondaban entre 17 y 20 millones, o incluso más, y los resultados del censo no cuadran con dichas expectativas. Los técnicos aclaran que falta conciliar estos datos preliminares con otras estadísticas. Según Pablo Salazar, un funcionario del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa), el dato real será mayor, pero quizá no tan alto como 20 millones.

Infinidad de grupos estaban esperando la publicación del censo para proclamar que somos demasiados, y que nuestra población crece a uno de los ritmos más acelerados del mundo. ¡Tenemos el mito de la sobrepoblación trabado entre ceja y ceja! Debemos despertar.

Han calificado al INE y a la administración Morales de ser ineptos y mediocres. El presidente Jimmy Morales y otros opinan que la emigración de connacionales desde el 2002 podría explicar por qué el censo arrojó un dato inferior al anticipado. Otros aclaran que el Registro Nacional de las Personas (Renap), que reporta más de 19 millones de guatemaltecos, es un instrumento de medición distinto del censo. No miden lo mismo ni de la misma forma.

En tanto se afinan los números, cabe señalar que casi nadie repara en la tasa de fertilidad. Seguimos asumiendo que las mujeres guatemaltecas tienen ocho hijos o más cada una, sobre todo en el área rural. Así, los estimados de aumentos poblacionales pueden basarse en tasas de fertilidad exageradas.

En 1960, según datos del Banco Mundial, la tasa de fertilidad en Guatemala era de 6.9 mujeres. Desde entonces va a la baja, aunque hasta 1980, el ritmo al cual disminuía era leve. En 1990, la tasa era de 5.44, en el 2000, de 4.6, y en el 2016, de 2.97. El CIA Fact Book dice que en el 2016 la tasa de fertilidad en Guatemala era de 2.83. No está muy por encima del promedio mundial de 2.52 para 2010-2015, según datos de la ONU. ¡Y es una caída drástica! ¡Esta transición tomó pocos años!

Guatemala sigue la tendencia mundial: en todas las regiones del mundo, incluyendo África, las mujeres están teniendo menos hijos. En muchos países, y no solo en el mundo desarrollado, las tasas de fertilidad están por debajo de la tasa de reposición de 2.1 hijos por mujer. Los demógrafos estiman que, para sostener establemente el nivel de población, las mujeres tienen que tener aproximadamente 2.1 hijos cada una. En países en vías de desarrollo con índices de mortandad infantil más elevadas, la tasa de reposición podría ser mayor: entre 2.5 y 3.3. En otras palabras, Guatemala va siguiendo la tendencia hacia el invierno demográfico.

Jamás, en la historia de la humanidad, habíamos enfrentado este reto: las personas se dejaron de reproducir, y la composición de la sociedad cambia. Estamos a pocos años de que, mundialmente, la población mayor de 65 años exceda a la población menor de 5 años.

' Los jóvenes son nuestro mayor tesoro.

Carroll Ríos de Rodríguez

En otras palabras, nuestras conductas cambian y la pirámide poblacional guatemalteca ya lo demuestra. Las gráficas de la pirámide poblacional presentadas por el INE ya empezaron a evidenciar una reducción de la base, de los niños. En otros países, ya no se puede hablar de pirámides poblacionales, sino de campanas o jarrones.

¿Por qué debe alarmarnos esta tendencia? Como escribió Julian Simon en 1995: “El más preciado recurso es el ser humano —especialmente jóvenes capacitados, voluntariosos y esperanzados, dotados de libertad— ellos aplicarán sus voluntades y sus imaginaciones para beneficio propio e inevitablemente para el beneficio del resto de nosotros”.

ESCRITO POR:

Carroll Ríos de Rodríguez

Miembro del Consejo Directivo del Centro de Estudios Económico-Sociales (CEES). Presidente del Instituto Fe y Libertad (IFYL). Catedrática de la Universidad Francisco Marroquín (UFM).