Los países alrededor del mundo siguen batallando contra el covid-19, con un total de 4.1 millones de personas infectadas, según el Fondo Monetario Internacional se estima que la economía mundial caerá 3% e incluso regiones como Europa perderán 7% de su Producto Interno Bruto. Estas estimaciones, aunadas a las pérdidas en vidas humanas de más de 281,000 personas alrededor del mundo, nos lleva a reflexionar sobre cómo será ese nuevo normal, en la medida en que distintos países empiecen a relajar sus medidas de contención y poco a poco regresen al trabajo.

En América Latina, donde la enfermedad en la mayoría de los países fue controlada desde un inicio por cierres completos a la economía, a diferencia de Europa, vemos que Perú es sin duda el país que más ha sufrido el impacto del covid-19. Las medidas de distanciamiento social se implementaron muy tarde y esto ha llevado a que Perú tenga 1,972 casos por cada millón de habitantes y 55 muertes por cada millón de habitantes registradas hasta ayer.

Respecto a Centroamérica un país que tardó también en generar medidas de distanciamiento social fue Panamá, que hasta ayer ya contaba con 1,919 casos por cada millón de habitantes y también 55 personas fallecidas por cada millón de habitantes. Las cifras de contagiados por cada millón de habitantes en el triángulo norte de Centroamérica siguen siendo relativamente bajas en comparación, Honduras tiene 185 casos por cada millón de habitante, El Salvador 137 casos por cada millón de habitantes y Guatemala 54 casos por cada millón de habitantes. Está claro que el número de pruebas que hace cada país impacta directamente en el número de caso que tienen y es allí donde Guatemala debe aumentar el número de pruebas que se realizan a diario a por lo menos 1500-2000 pruebas diarias.

Las perspectivas económicas para este año, según el propio Fondo Monetario Internacional, son complicadas para Centroamérica, Nicaragua por ejemplo tendrá una contracción económica de 6%, siendo el país de la región con las menores medidas de distanciamiento social. En el caso de El Salvador, su economía se verá seriamente afectada, con una contracción del 5.4% del PIB.

Para el caso de Guatemala, tomando en cuenta las serias limitaciones de nuestro sistema de salud, el país sigue yendo bastante bien. Esto gracias a que el Gobierno no ha relajado las medidas de distanciamiento social como sí se ha hecho en otros países, que han visto serios repuntes. Llama la atención, por ejemplo, Portugal y Singapur que, al relajar sus medidas de distanciamiento social, comenzar a tener repuntes más altos de la enfermedad.

Ningún país de América Latina estaba preparado para enfrentar la pandemia y en todo caso este demuestra la necesidad de reforzar la capacidad institucional de nuestro sistema de salud. Con honrosas excepciones como Costa Rica, cuyo sistema de salud está mejor preparado, el resto debe generar reformas importantes.

Para el caso de Guatemala, debemos aprovechar la oportunidad para hacer reformas urgentes en temas relacionados a infraestructura, agilización de trámites, y una reforma a la Ley de Servicio Civil, que apoye la carrera administrativa y el profesionalismo dentro del Estado. Adicionalmente debemos cambiar la manera en que se administran los hospitales con esfuerzos que apoyen la digitalización del sistema. Seguir fortaleciendo la transparencia en el control de inventarios y cambios estructurales en los sistemas de compras, aunado a una Ley de Contrataciones más eficiente. Es momento de aprobar las soluciones necesarias por el bien del país.