SI ME PERMITE

El cuidarlos refleja si en verdad se les valora

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“En la tierra el mejor amigo del hombre es el árbol cuando utilizamos el árbol con respeto y prudencia”. Frank Lloyd Wright

Los que se han criado y vivido toda la vida rodeados de la belleza y bendición de los árboles nunca podrán entender a aquellos que han tenido que vivir toda su vida en lugares donde ver un árbol hace una variedad porque en muchas ciudades el asfalto y la construcción ha ido eliminando a los árboles posiblemente uno a la vez pero se ha llegado al extremo que ya no hay ninguno.

' Cuidar los árboles que tenemos hoy es la mejor herencia que dejaríamos a la próxima generación.

Samuel Berberián

Los árboles además de la vida que nos dan por el aire que purifican nos ayudan a ver que la diversidad tan grande de árboles que hay, nos permite crear una amplitud de entornos con los árboles y poder gozar de su aroma, sombra y tantas bondades que estas plantas nos dan a los mortales que en verdad su provecho se refleja en la salud física que tenemos.

Si en algún momento nos podemos tomar el tiempo para enseñar a un niño como plantar un árbol y cuidarlo viéndolo crecer, para ese niño su árbol será algo que no permitirá que nadie le haga daño. Este principio debemos tomarlo en cuenta para que podamos tener un sentido de proteger los árboles que nos rodean. Es tan fácil despejar un terreno porque habremos de hacer una construcción pero si nos tomáramos unos minutos para preguntarnos como podemos evitar perder los árboles por tener que construir o bien perder el mínimo posible de ellos sería de buenos mayordomos.

Debemos recordar que para el que sale a caminar no hay nada como tomar un descanso a la sobra de un árbol y renovar las energías para seguir el camino. De alguna manera debemos ver a los árboles como nuestros amigos y si tenemos esa mentalidad los habremos de cuidar y valorar porque no solo nos pertenecen sino que nos son de gran ayuda. Recuerdo en mis años de niño un señor mayor amigo de mis padres, me preguntó si había plantado un árbol, personalmente, algo extrañado, le miré y el agregó el siguiente comentario que nunca olvidé, con mucha calma y formalidad me dijo: “niño, cuando usted plante un árbol y lo sepa cuidar entonces se ha ganado el derecho de vivir en esta tierra”. Claro que en ese momento no mucho entendí lo que me dijo pero con el tiempo le he tenido que dar toda la razón.

Cuando vemos los árboles en nuestro entorno fácilmente podemos decir que cada uno de esos árboles tiene una historia y por lo mismo tiene su propia identidad. Por esa razón nos toca instruir a las nuevas generaciones a valorar y cuidar los árboles que están en nuestro entorno y si podemos hacer algo más con toda razón será valorado y posiblemente en algún momento cuando ya no estemos, alguien habrá de asociar algunos de los árboles con nuestra persona. No es extraño oír relatos de quienes asocian algún árbol con alguien que ya no está con comentarios como “recuerdo a tu abuelo sentado a la sombra de este árbol cada tarde descansando y tomando su cafecito”.

Debemos admitir que en el entorno en el cual cada uno vivimos necesita de muchos árboles para mejorar no solo la vista sino para mejorar el aire que necesitamos respirar. Que este 22 de mayo no solo sea un recordar del Día Mundial del Árbol, sino que sea para muchos un momento de poder hacer algo real que corrija nuestra forma de valorar los árboles y el modo de cuidarlos.

ESCRITO POR:

Samuel Berberián

Doctor en Religiones de la Newport University, California. Fundador del Instituto Federico Crowe. Presidente de Fundación Doulos. Fue decano de la Facultad de Teología de las universidades Mariano Gálvez y Panamericana.