PLUMA INVITADA

El extraño caso de los casos activos

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Han transcurrido 251 días desde el inicio de la pandemia y nos enfrentamos a una situación digna de una película de detectives: El extraño caso de los casos activos.

' Guatemala ha aprendido a convivir con el virus mediante las medidas de prevención y los protocolos de seguridad.

Carlos R. Paredes

Durante todo este tiempo hemos aprendido a leer los indicadores y a comprender cuán relacionados están entre sí. Un aumento sostenido del % positivos se nota en un incremento de casos confirmados y la tasa efectiva de contagio sube. Por supuesto, luego de un máximo de 14 días, el semáforo del TAS también lo refleja.

Sin embargo, en estos últimos días hemos visto un incremento sostenido en los casos activos que no se refleja en ningún otro indicador. ¿Cómo es eso posible? La razón es sencilla: el indicador donde se refleja el incremento de los casos activos es uno que no está disponible al público: es el % ocupación de los hospitales.

Luego de consultar al Ministerio de Salud Pública puedo decir que la ocupación de hospitales nacionales y temporales hoy es baja, ubicándose en un 19% como promedio del país. La ocupación reportada se divide en 26% para los hospitales temporales y 15% para los hospitales nacionales (datos al 18 de noviembre). Los únicos departamentos que, de momento, tienen problema con su ocupación de hospitales son Jutiapa, Sololá y Quetzaltenango. En los tres departamentos la ocupación está peligrosamente cerca de la saturación total. Afortunadamente el radar del Viceministerio de Hospitales tiene la situación bajo control y se toman las medidas necesarias para aliviar la crisis de los departamentos mencionados.

El incremento en los casos activos no se debe a que los enfermos ahora tardan más en recuperarse. Se debe a que más pacientes están necesitando ser hospitalizados. Y la razón, lamentablemente, es nuevamente la falta de cumplimiento de las medidas de prevención. Sucede que muchos de los que están enfermando no acuden al médico y entonces no aprovechan la oportunidad de curarse en casa. Por el contrario, suponen que solo es una gripe y solo cuando empeoran acuden al médico y deben ser ingresados al hospital. El resultado es un incremento de casos activos, acompañado por un incremento en la ocupación de hospitales, y muchos pacientes que pueden llegar al estado crítico por no haber sido tratados al primer síntoma.

Por un lado, es lamentable que pacientes deban ser internados en hospitales cuando pudieron haberse tratado en casa sin problema. Es muestra de falta de confianza en el Sistema de Salud que perjudica a todos. Sin embargo, conociendo la situación, vemos que no estamos al inicio de una segunda ola porque todos los demás indicadores siguen en su tendencia a la mejora.

Por supuesto, que contemos con la explicación del “extraño caso de los casos activos” no significa que estemos a salvo. Es indudable que la situación de muchas personas en albergues temporales por las tormentas Eta e Iota va a influir en el contagio, incluso provocando un repunte que debe ser controlado de inmediato para evitar una segunda ola. Nos toca a cada uno de nosotros influir positivamente en la situación, cumpliendo con disciplina todas las medidas de prevención y protocolos de seguridad, incluyendo “acudir a un médico en caso de enfermar, para no empeorar”.

Cuidarnos del contagio es nuestra propia responsabilidad, de nadie más. Es una actitud y una conducta que se vuelven aún más importantes ahora que se acerca la época navideña, con la celebración familiar y múltiples oportunidades de contagio. Recordemos que debemos cuidarnos y, sobre todo, cuidar a los demás al sentirnos enfermos o con síntomas.

ESCRITO POR:

Carlos R. Paredes

Consultor en desarrollo institucional y empresarial. Máster en Economía Aplicada y Administración de Negocios. Ingeniero Mecánico Industrial. Exdirector ejecutivo del Campus Sur UVG. Exdecano de la Facultad de Ingeniería UVG. Catedrático universitario.