CON OTRA MIRADA
El idioma, fuente de identidad cultural
En 1492, mientras el intrépido navegante llegaba al territorio que debió llamarse Colombia, no América, por esas injusticias de la historia, Antonio de Nebrija publicó el primer estudio escrito sobre una lengua y sus reglas de uso, su Gramática Castellana.
' La afluencia del vecindario indígena fue grande y la misa se celebraba en idioma náhualt.
José María Magaña Juárez
Le siguieron la italiana (1516) “Regole grammaticali della volgar lingua”, de Giovanni Francesco Fortunio; la francesa (1530) “Lesclarcissement de la langue françoyse” del inglés, John Palsgrave; la alemana (1534) “Teutsche Grammatica”, de Valentin Ickelsamer; la portuguesa (1536) “Gramática da Linguagem Portuguesa”, de Fernão de Oliveira; y la del Inglés (1586) “Pamphlet for Grammar”, de William Bullokar.
Con la llegada al Nuevo Mundo y con el propósito de catequizar, los misioneros aprendieron las lenguas indígenas y las registraron. La primera gramática del náhuatl fue de misioneros franciscanos (1531). La más antigua que se conserva es el “Arte de la lengua mexicana” (1547), escrito por el franciscano Andrés de Olmos.
En 1570, el rey Felipe II decretó que el náhuatl fuera idioma oficial del Virreinato de la Nueva España y en 1580 ordenó la creación de cátedras para lenguas indígenas en las universidades de Lima y México, y en ciudades con Real Audiencia. *
Cuando Santiago de Guatemala fue trazada en el valle Panchoy (1543), su extremo norte limitaba con el río Pensativo, en donde, después de su desviación al cauce actual, se creó la alameda Santa Rosa. Al inicio del S. XVII la ciudad se amplió con la venta de solares, urbanizando terrenos baldíos. En 1629 se lotificó el llano bajo de San Sebastián; en 1697, el llano de los Remedios y el prado de El Calvario. Otro barrio fue Jocotenango, con población cakchiquel.
No es de extrañar la existencia de indígenas pipiles, dada la movilidad que tuvieron dentro del valle y su cercanía con Almolonga, en donde se asentaron los tlascaltecas que acompañaron a los conquistadores.
Hacia 1548, el obispo Francisco Marroquín mandó levantar una ermita en el asentamiento Málaga, bajo la jurisdicción de los dominicos, de 213 familias pipiles que crecía rápidamente: fue llamado de Santo Domingo. Cuando la construcción estuvo terminada en 1550, la afluencia del vecindario indígena fue grande y constante; la misa se celebraba en idioma náhualt. Al barrio se le denominó de La Candelaria, por la ermita indígena de Nuestra Señora de La Candelaria, cuarta parroquia de Santiago en la década de 1750, pasando a ser la parroquia de los indígenas cristianos.
La Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac) también fue resultado de la gestión del obispo Francisco Marroquín (1562) para crear el Colegio Mayor Santo Tomás de Aquino, gestión que fue autorizada hasta el 7Sept.1620. La primera lección la impartió el deán de Catedral, el 20 de octubre de ese año, en un edificio junto al atrio de santo Domingo. Se estableció con lecciones de Arte y Filosofía, Teología y Gramática, y si hubiere quien leyera, Cánones.
El 31En.1676, por cédula real de Carlos II y con licencia del Papa fue creada la Universidad de san Carlos de Borromeo, como Real y Pontificia; instituyéndose las siete cátedras que debían formarla: Teología Escolástica, Teología Moral, Cánones, Leyes, Medicina y dos de lenguas. En otras palabras, el Imperio preservó las lenguas nativas y aportó una lengua común: el español, que es el segundo idioma con más hablantes nativos del mundo: 471 millones. En el S. XVI, Felipe II decretó lo suyo. En el S. XVII, la Usac hizo lo propio. Hoy, nosotros, en el S. XXI, ¿qué hacemos para preservar los idiomas originarios y el bagaje cultural que encarnan?
* Tomado de: ¿Genocidio cultural? Así es como España ayudó a preservar las lenguas indígenas de América