ESCENARIO DE VIDA
El miedo al coronavirus
Si a algo le debemos temer no es al coronavirus, sino a nuestros propios pensamientos, que crean una histeria colectiva —esta vez mundial—. Nuestros propios pensamientos pueden ser destructivos o sanadores, protectores o destructores. Debiéramos tener claro que la prevención es importante y todo lo que podamos hacer para protegernos no está demás, pero en este caso nos estamos excediendo y lo hacemos por culpa del temor.
Es por ello que debemos mantenernos serenos y no estar regando noticias a diestra y siniestra. Lo único que logramos al hacerlo es sugestionarnos de que el panorama irá de mal en peor y con nuestros pensamientos negativos haremos que eso sea exactamente lo que suceda. Recordemos que no hay nada que nos paralice más que el miedo; nuestro peor enemigo. La famosa coronavirus, evidentemente, eso es lo que está haciendo. No obstante, debemos evitar que la histeria colectiva entre a nuestras vidas y que los medios manipulen nuestras mentes.
En mayo del 2015 salió publicado en el Christian Science Journal un artículo titulado El propósito real de la oración, por George Moffett, y sentí apropiado poder compartirles de forma resumida los conceptos metafísicos del artículo. Estimo que puede ayudarnos a comprender que agobiarnos, mortificarnos y sentir pánico no nos ayudará en nada a combatirlo. Para muchos de nosotros que creemos en Dios sabemos que podemos irnos al abrigo del Ser Supremo, y de esa forma saber que estamos protegidos a través de la oración.
“Cuando Fernando de Magallanes zarpó en 1519, su objetivo no era dar la vuelta a la Tierra. Simplemente estaba demostrando lo que sabía que era verdad: que la tierra ya era redonda”, dice Moffett. Y así es con la oración. Ya sabemos que Dios es nuestro Creador y que nos ha hecho a su imagen y semejanza. Sabemos que en Él vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser. El metafísico más serio, ante una aparente adversidad, a veces puede verse tentado a pensar: “Este es un problema real, y voy a tener que trabajar y rezar mucho para que sea irreal”, o “Me he alejado de la armonía y voy a tener que luchar para recuperar la armonía”. Mary Baker Eddy, la Descubridora y Fundadora de Ciencia Cristiana, aclara en su libro de texto, Ciencia y salud con clave de las Escrituras que tales pensamientos se basan en una premisa completamente incorrecta. “Es una charlatanería mental”, escribe (…) Yo opino que si conocemos sobre la metafísica cristiana comprenderemos que la protección espiritual funciona de otra manera.
Moffett explica que debemos vernos como seres perfectos y dice: “Así como la ciencia corrige la ilusión visual de que la tierra es plana, el sentido erróneo de que la enfermedad es real es corregido y destruido por la verdad. Cuando la realización de la totalidad de Dios se alcanza en la conciencia humana, incluso en cierto grado, la armonía aparece donde la discordia parecía real”. Esto es evidentemente partiendo desde una base metafísica.
' Nuestros propios pensamientos pueden ser destructivos o sanadores, protectores o destructores.
Vida Amor de Paz
Para un mayor conocimiento de cómo opera esta “ciencia” o metafísica cristiana, llega a Guatemala la prestigiosa conferencista Mónica B. Esefer Passaglia, quien nos ayudará a comprender cómo mantenernos sanos en medio de cualquier amenaza de enfermedad.
La Sra. Esefer Passaglia practica la curación desde el 2005, siendo actualmente maestra de la Ciencia Cristiana, después de haber continuado con estudios más avanzados que ayudan a miles de personas a sanar. La base espiritual de la salud es la conferencia gratuita que impartirá la Sra. Esefer, por lo que les invito a asistir mañana domingo 15 de marzo, a las 10 am, en el Club La Aurora o Club de Oficiales (9a. av. y 15 calle “A”, zona 13). ¡Espero estar con Uds. este día!