RINCÓN DE PETUL

El “Pacto” acorralado

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El llamado Pacto de Corruptos la tiene difícil. A partir de las derrotas en cada una de las boletas donde postularon a quienes antes lograban colocar en las más altas posiciones políticas y jurídicas del país, la pérdida de espacios ha sido progresiva. Sorpresivamente, en las elecciones generales, el pueblo no solo dijo “sí” a quien hoy dirige desde el despacho presidencial. Dijo, además, “no” a la estructura de Vamos, cimentada con el dinero popular en alcaldías en los 22 departamentos; dijo “no” al cimentado aparato de la UNE. El tradicionalismo fue tirado a la cesta con el tímido sexto lugar alcanzado por Zury Ríos. Aunque quizás nada tan elocuente como el chasco sucedido a los hermanos Morales que, a pesar de ser ampliamente conocidos -primer obstáculo grande para lograr resultados electorales-, no lograron atraer ni al 0.5% de los votos válidos en la presidencia, y fallaron en siquiera colocar un solo diputado en la legislatura, condenándose a mirar su partido estrellarse en el abismo de la cancelación.

' Por ahora, quien se opone a esta nueva fuerza termina ampliamente expuesto.

Pedro Pablo Solares

Pero, luego de lo electoral, vino quizás un retroceso todavía más intimidante. Sus aún valiosas posiciones acaparadas parecen ir perdiendo el ñeque. En vez, se han visto más estériles que nunca en sus nebulosos objetivos. Fracasaron espectacularmente en su intento de colocar a Sandra Jovel en la presidencia del Legislativo. Las caras torcidas de su bancada, al ver la derrota, fueron elocuentes. Momentáneamente, al día siguiente, habrán tenido un respiro de su amiga, la corte constitucional. Pero ese, otra vez, fue convertido en desilusión para ellos al perder la junta directiva, aún cuando tenían bloqueado a Semilla formalmente. Es evidente que algo pasa, que hay un nuevo orden en ascenso, bien conducido por el Gobierno que atrae con su popularidad.

Pensaría uno que conviene, entonces, a los actores del pasado, pasar al lavadero de manos. Salvar pellejo de una ola que crece. Una movida que ya hemos visto antes en Guatemala, en especial, en los años de Cicig, donde se vio a funcionarios cambiar de bando, y unirse a la tendencia de ese entonces, contra la corrupción. Pero ese proceso de purificación no es posible para todos. Hubo quienes quemaron velas en su afán de ganar dinero y poder. Pasaron puntos de no retorno; muchos, y hace mucho tiempo. Figurantes que no tienen camino más que hacia adelante. No importa cuán burdo y corrupto este sea. El cinismo lo tienen, pero esta vez sus modos no funcionan. Las coimas no son recibidas por quien porta una lepra política de la que no se puede más que huir.

Personalmente, pienso que al presidente Arévalo, y a Semilla, les está sentando bien el poder. Que se constituyen en una ola que funciona como fuerza de atracción. Ciertamente, entre los atraídos vendrá de todo, incluyendo a algunos de los de antes. Será de ver cómo estos últimos son controlados, para conservar la credibilidad. Pero, por ahora, quien se opone a esta nueva fuerza termina ampliamente expuesto. Es el caso de la fiscal general Porras, quien recurrió a histrionismos exagerados y palabreríos redundantes, para justificar su intento de evitar reunirse con el presidente, representante de una unidad nacional que invoca el movimiento para limpiar la gestión pública. El llamado Pacto de Corruptos está acorralado. Imposibilitado de girar, solo le queda caminar para adelante. Cada vez, con menos poder de atracción, ni siquiera con los suyos. Lo ocurrido el viernes ejemplifica lo que está pasando. VAMOS obtuvo 4 de cada 10 alcaldías a nivel nacional en las elecciones. Aún con eso perdió el control de la ANAM. Como dije, la tiene difícil el llamado “Pacto”.

ESCRITO POR:

Pedro Pablo Solares

Especialista en migración de guatemaltecos en Estados Unidos. Creador de redes de contacto con comunidades migrantes, asesor para proyectos de aplicación pública y privada. Abogado de formación.