LA BUENA NOTICIA
El sentido de la vida, el mayor desafío humano
Los obispos de la región sur-nor-oriental de Guatemala, (Santa Rosa, Jutiapa, Jalapa y El Progreso, Zacapa y Chiquimula, Izabal, Alta y Baja Verapaz), han publicado por la Editorial Kyrios, el libro “Dar Verdadero Sentido a la Vida. El mayor desafío humano”, del biblista italiano, Luis Mosconi, con más de 50 años de trabajo en América Latina, más de 15 obras publicadas de contenido bíblico-misionero-existencial, y con centenares de conferencias en todo el continente. El tiraje es de 10 mil ejemplares, para llegar a sus agentes de pastoral con quienes van impulsando la misión evangelizadora en sus Iglesias particulares.
' De la visión de Dios que tengamos depende nuestra visión antropológica y del mundo.
Víctor M. Ruano P.
Con esta obra buscan dar formación sólida, actualizada y motivadora; también responder a la situación de vulnerabilidad humana que vivimos, no solo por la pandemia, sino por las dinámicas de corrupción e impunidad que originan los agudos problemas sociales de la pobreza, la migración, la violencia, la desnutrición infantil y el daño ecológico, entre otros, que atentan contra el “buen vivir”.
Está dedicada a Julio Cabrera Ovalle, obispo emérito de la diócesis de Jalapa y pionero de un nuevo ardor misionero en la región por medio de las “Santas Misiones Populares, para una misión permanente”. Es uno de los obispos que ha dejado huella en la iglesia guatemalteca y latinoamericana. Se compone de 15 capítulos, desarrollados desde un enfoque interdisciplinar donde convergen las perspectivas de las ciencias humanas, particularmente, psicología social, antropología cultural y filosofía existencial; también convergen las ciencias eclesiásticas, como teología, escritura, pastoral y misionología. Ofrece un itinerario pedagógico para que, personalmente o en grupo, se afronte el sentido de la vida como el mayor desafío humano.
En nuestras sociedades, plantear el sentido de la vida es importante, ante todo, cuando somos golpeados por la desigualdad social y la inmensa mayoría viven en condiciones infrahumanas, generando desencanto ante la vida; también como resultado de un sistema democrático frágil y corrupto verdadera pesadilla para los ciudadanos y de las amenazas de estructuras criminales traficantes de personas, drogas y armas, que generan en la gente frustración e impotencia, inseguridad y miedo. Por eso, hoy, la tarea más importante de los seres humanos que “habitamos la debilidad” es la búsqueda y construcción del verdadero sentido de la vida. Ese es el hilo conductor del libro. Sus páginas son un llamado a buscar ese camino que lleva a ser resilientes y a la plenitud, desde la necesidad existencial de ser feliz hasta el compromiso por construir una sociedad diferente como lo demuestran los mártires, quienes, al fecundar esta tierra con su sangre, testimonian que el seguimiento de Jesús es el mejor camino para dar sentido a la vida.
Como lo es también la visión de Dios que tengamos, pues de ella depende nuestra visión antropológica y del mundo. Dios no es un ser lejano que intimida a los humanos e interviene arbitrariamente en el mundo, sino que se hace presente en nuestra historia amando para dar vida y liberar. Así lo entendió y enseñó Jesús y lo mostró la tradición más genuina del judaísmo representada en los profetas y en los pobres.
Jesús de Nazaret es clave para construir el sentido de la vida en la dinámica del seguimiento discipular, pero necesitamos redescubrir su conducta histórica y praxis liberadora, su mensaje humanizador y trascendente, mediante el estudio del evangelio, la revisión de vida personal y social, y la elaboración de un proyecto de vida integral y factible. Su contenido no pierde conexión con la vida mostrando la belleza del amor, la alegría de la libertad y la fuerza de la fidelidad. La vida es un caminar con sus renuncias y dificultades, tentaciones y dudas, crisis y conflicto hasta la trascendencia que es el encuentro definitivo y tan esperado con el Dios de la vida.