URBANISMO Y SOCIEDAD

Esos sismos que viven entre nosotros

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La Ciudad, ante el desorden económico actual, ha creado una segregación físico social que nace del espacio urbano dividido en función de las clases sociales que lo habitan, generando un sector más pobre y en malas condiciones, distanciándose de una pequeña parte de la población, que son los que detentan estándares más altos que les permiten disfrutar de beneficios como los estructurales en sus edificaciones. Al contrario, los barrios no normados son los que fueron más afectados por el sismo.

Precisamente en esa fecha estaba trabajando un proyecto a la par del arquitecto Carlos Rigalt (QEPD), con el apoyo del Ing. J.J. Hermosilla, como Estructural. Antes de empezar, el ingeniero viajó a Managua para ver los efectos del terremoto de 1972, y al volver cambió radicalmente las especificaciones originales del hierro entre las estructuras de hormigón. Y así construimos el edificio con las nuevas especificaciones, cuyo proyecto inauguramos antes del terremoto y se puso a prueba en 1976, cuando demostró que todo lo hecho fue correcto.

' El estudio técnico de los terremotos es más útil.

Alfonso Yurrita Cuesta

Al mismo tiempo acababan de construir el edificio El Triángulo, de 17 pisos de altura, por los arquitectos Lacape (QEPD) y Tinoco. Lacape vivía en el último piso y me contó que durante el terremoto veía pasar el edificio de la Cámara de Industria un momento y al segundo la iglesia Yurrita. Esa era la oscilación de un edificio como este. (Atención a las torres de apartamentos u oficinas.)

Las autoridades deben prestar atención al hecho de que muchas de las viviendas derribadas estaban en las zonas 2, 3 y 6, pero las consecuencias fueron mayores en las colonias de la zona 3, en las que centenares de viviendas estaban en los barrios no normados y un noventa por ciento eran de adobe no reforzado. Además fueron las zonas no normadas en que las viviendas se precipitaron al barranco. Por lo tanto, un plan se debería hacer permanente, mediante un monitoreo territorial y estructural de los terrenos y edificios de la ciudad, verificando los que están en riesgo y a las personas que viven en las proximidades o en las laderas.

Hay que poner atención a que el territorio de Guatemala está repartido en tres placas tectónicas: Norteamérica, Caribe y Cocos, la cual llega al Motagua. Hay que tomar en cuenta que la estructura territorial está formada por el contacto entre las placas de Norteamérica y Caribe, que es de tipo transcurrente. Su manifestación en la superficie son las fallas de Chixoy-Polochic y Motagua, esta última fue responsable del terremoto del 76. El contacto entre las placas de Cocos y del Caribe es de tipo convergente, en el cual la Placa de Cocos se mete por debajo de la del Caribe (fenómeno conocido como subducción). Este proceso da origen a una gran cantidad de temblores y formación de volcanes. El contacto entre estas dos placas está aproximadamente a 50 km frente a las costas del océano Pacífico. A su vez, estos dos procesos generan deformaciones al interior de la Placa del Caribe, produciendo fallamientos secundarios como: Jalpatagua, Mixco, Santa Catarina Pinula, etc.

En conclusión, con el municipio de Guatemala no se puede jugar a los terremotos, pues las circunstancias varían, por lo que antes se deberían analizar los aspectos territoriales y estructurales de los desarrollos urbanos, que es lo que más importa, pues siempre volvemos a lo mismo: recoger muertos y heridos y levantar champas para esa población que han dejado a su suerte.

ESCRITO POR:

Alfonso Yurrita Cuesta

Arquitecto con estudios de urbanismo en Land Reform Training Institute, Taiwán / Lincoln Institute of Land Policy, Inc., EE. UU. Director de la Unidad Planificación Urbana Municipalidad de Guatemala. Desarrolló el Plan Regulador de Antigua Guatemala.