REGISTRO AKÁSICO

Firmeza en el año de la rata de metal

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El wuxing define cinco elementos en la naturaleza: el agua, la madera, el fuego, la tierra y el metal. El último elemento, el metal, dominará al signo de este año, correspondiente a la rata. Para ingresar en el zodiaco chino, el roedor consiguió ganar una carrera sobre un río, donde se congregaron los animales candidatos. La competencia había sido organizada por el Emperador de Jade, Yu di. La rata llegó primero gracias a dos acciones. Primero convenció al búfalo para que la llevara sobre el lomo, durante la travesía. Y, segundo, lanzó a su compañía, un gato, al agua. Al llegar a la orilla, saltó de encima del búfalo y llegó a la meta para conseguir encabezar el zodiaco, pero se ganó el odio del gato, al que no le gusta nadar, así como también quedó fuera del zodiaco. Afortunadamente su primo tigre sí logró enlistarse.

Los budistas no consiguieron explicarse la razón por la cual un traidorazo consiguió ocupar el primer lugar. Respetuosos de las tradiciones chinas, se limitaron a señalar las referencias a la astucia necesaria para actuar en economía. Reconocer el valor de los cereales, esconder sus nidos y trabajar sin importar la hora.

Sin estar convencidos de tamañas virtudes, los seguidores de Buda, en Japón, cuentan historias complementarias que tienen que ver con este signo. Exponen la falta de respeto que tienen las ratas cuando devoran libros y pergaminos, privando a los creyentes de los textos salvíficos.

El abad Raigo, gracias al conocimiento de los mantras y su elevación mística, consiguió la fertilidad del Emperador Shirakawa Tennö, a tal punto de engendrar quince hijos, después de la gracia recibida. De esa cuenta, el sanador solicitó la recompensa que había pactado con el gobernante, consistente en una plataforma de iniciación. Este espacio se dedica a ordenar a los aspirantes como monjes. No obstante, el monasterio rival de Enraku-ji, con fama de grandes guerreros, presionó al emperador para impedir el proyecto. Situación semejante a ciertas escuelas universitarias, contrarias a la graduación de sus estudiantes.

Muy enojado, Raigó se puso en huelga de hambre para hacer realidad sus deseos. La protesta fue de balde, pues no se cambió la decisión, falleciendo a los cien días, por inanición.

En lugar de optar por ser un fantasma, yurei en japonés, para asustar a los enemigos, Raigó pudo controlar la reencarnación convirtiéndose en un yokai, especie de duende, al que se le llegó a conocer como Tesso, del japonés te: hierro y sso: rata. En la mitología, un yokai se parece al famoso win de nuestro país, pues se puede transformar en diferentes animales.

En consecuencia, aparte de la apariencia normal, Tesso se podía convertir en una rata de tamaño humano con el cuerpo de hierro, para evitar heridas. Así pudo convocar a otras ratas para que le acompañaran en un ataque al monasterio Enraku-ji, opuesto al crecimiento del budismo.

' Debiera predominar el apego a la justicia para evitar la furia de la venganza por los agravios.

Antonio Mosquera Aguilar

El ataque fue devastador. Miles de ratas invadieron las instalaciones para ayudar a Tesso en su venganza. Para dañar a los religiosos egoístas, se comió las escrituras de oraciones o sutras búdicos de sus contrarios. Bajo la dirección de la rata de metal, sus congéneres devoraron las estatuas de los budas. Los fieles, asustados, lo aplacaron, al construir varios templos con el mandato de ordenar a muchos monjes.

De esa cuenta, Tesso se transformó en un kami o espíritu protector, que cuida a los aspirantes y permite su ordenación. Los estudiantes deseosos de esta protección deben acudir al santuario para neutralizar a los examinadores perversos y conseguir graduarse en colegios y universidades.

ESCRITO POR:

Antonio Mosquera Aguilar

Doctor en Dinámica Humana por la Universidad Mariano Gálvez. Asesor jurídico de los refugiados guatemaltecos en México durante el enfrentamiento armado. Profesor de Universidad Regional y Universidad Galileo.