Aleph
La 4T sigue con Scheinbaum
Todo, más el respaldo popular, son suficiente carta de presentación.
Entre los primeros mensajes que recibí el lunes 3 de junio por WhatsApp estaban las 18 portadas que traían la misma noticia, contada de distintas formas: “Presidenta”, “la 5T”, “Arrolla Claudia”, “Amplio triunfo de Scheinbaum”, “Arrasa Claudia”, “Claudia, primera Presidenta”, “México elige a una mujer”, “Toman todo”, “Encuestas acertaron: 2 a 1”, entre otras en varios idiomas. Claudia Scheinbaum, en representación de la Cuarta Transformación (4T) y la coalición “Sigamos haciendo Historia”, encabezada por el partido Morena junto al Verde Ecologista y al Partido del Trabajo, había ganado contundentemente las elecciones presidenciales en México, realizadas el día anterior.
Todo, más el respaldo popular, son suficiente carta de presentación.
Junto a ella, que ha sido la candidata más votada de la historia mexicana, Morena no solo ganó el mayor número de alcaldías de la capital mexicana, sino 24 de las 32 gubernaturas en todo el país. Además obtuvo una mayoría calificada en ambas cámaras, la de Diputados y la de Senadores. Esto, sin duda, acelerará las reformas constitucionales que Morena quiere impulsar en los ámbitos judicial, electoral, energético, de defensa, de políticas sociales, entre otras. Por otra parte, hubo una clara derrota de la coalición opositora de derecha (PAN-PRI-PRD), a pesar de las campañas negras y la férrea oposición que sostienen hasta el día de hoy, al grito conocido de “fraude”.
Esto manda un claro mensaje de buena parte del pueblo mexicano, porque votó poco más del 60 por ciento de un padrón de 99.3 millones de electores. Para quienes no creen que las políticas sociales funcionan, acá hay un resultado concreto de que sí funcionan, al igual que hablarle a la población, como lo hizo AMLO con sus “Mañaneras”, cada día. Más allá de que nos gusten o no, no es una cuestión de gusto, sino de a quién le habla y a quién le debe rendir cuentas el presidente de una nación. La última vez que visité México, un taxista me dijo: “A mí todos los días me habla mi Presidente y hasta me hace reír a veces”.
¿Pero qué es la 4T? El nombre de Cuarta Transformación evoca, obviamente, las tres anteriores: la Independencia, las Leyes de Reforma y la Revolución Mexicana. No es poca cosa decir que la 4T nació con la intención de trascender cuando, en el 2018, un “Juntos haremos historia”, llevó a López Obrador a la Presidencia. “La revolución de las conciencias” fue inspirada en aquellas gestas y tenía un horizonte claro hacia el cual dirigirse. Para no entrar en la “pequeña política” de izquierdas y derechas o en polémicas que no llevan a ninguna parte, obviaremos hoy los odios de los ultras de siempre, porque para unos AMLO y Scheinbaum no son suficiente respuesta para contrarrestar los excesos neoliberales y la corrupción de décadas, mientras que para otros, ellos son la amenaza extrema ante las tradiciones conservadoras y las maneras en que el PAN y el PRI mantuvieron el statu quo.
Los expertos dicen que los “100 pasos para la transformación” propuestos por Scheinbaum desde la campaña, serán su carta de navegación y “el segundo piso de la 4T”. En el discurso de campaña que abre el documento, ella hace una exhortación contundente: “Solo hay dos caminos a tomar este 2 de junio: uno, que siga la transformación, el otro, que regrese la corrupción.” Y continúa: “Cambió también la forma de gobernar y cambió el modelo de desarrollo. Fíjense qué profundo e importante, quedó atrás el modelo neoliberal y la corrupción que lo acompañó por 36 años y surgió, el Humanismo Mexicano. Un modelo propio, que no hay en ningún lugar del mundo”.
Celebro que una mujer con esas calidades haya llegado a la presidencia de mi querido México. Los desafíos serán mayúsculos ante la presencia de tanto narco y tanto machismo, pero sus firmes convicciones y su visión estratégica la acompañan, así como su capacidad profesional y la cohesión que ha sabido mantener en Morena. Todo, más el respaldo popular, son suficiente carta de presentación. ¡Buen gobierno, Claudia Scheinbaum!