URBANISMO Y SOCIEDAD
La guerra y la pobreza
La ciudad de Guatemala y su zona metropolitana perdió, a lo largo del siglo XX, su vocación económica urbana de Centroamérica. De esta forma se fue convirtiendo en una ciudad administrativa oligárquica y con un componente creciente de habitantes que proceden del resto del país y se instalan en el área metropolitana, volviéndola una ciudad dormitorio.
' “La necesidad de que el conflicto se resuelva por la vía diplomática es algo que el presidente chino, Xi Jinping, expresó a Putin”. (El País)
Alfonso Yurrita Cuesta
“Guatemala es un país multicultural cuya historia ha estado dividida entre períodos democráticos y períodos de guerra civil y juntas militares”, (ONU).
El país emergió de una guerra de 36 años tras la firma de los acuerdos de paz en 1996. Esto ha dividido a Guatemala en diferentes territorios según su dinamismo socioeconómico. Existe una división según sea y el grado de ruralidad o urbanidad que tengan, que se pueden identificar de la siguiente manera: uno, que se expande en el centro del país y es más urbanizado como capital del país. La urbana-rural, hacia el occidente-sur, de menor escala. Dos, otra hacia el oriente-sur, con una mayor ruralidad, con dos dinámicas diferenciadas: la parte rural, con un mayor porcentaje de población indígena y con menores niveles de consumo de bienes y servicios y con alto grado de pobreza, que se verá afectada por la guerra ruso-ucraniana. La rural-sur y sur-oriente, con población mayoritariamente mestiza-ladina y con mayor actividad económica agrícola-exportadora, verán sus sueños disminuidos con la guerra por la escasez de productos y un alza en sus productos de trabajo, como los combustibles, en que el precio está llegando a su valor más alto, de US$1.18, que significarán mayores gastos para sus negocios y el transporte urbano que paró, creando crisis sociales entre los usuarios.
En conclusión, la inflación por la guerra de Rusia en Ucrania afecta a la economía mundial, y Estados Unidos se encuentra con que la gasolina alcanza máximos no vistos desde el 2008, que afectará las remesas de los migrantes.
El precio de la energía ya se disparó, y el conflicto pone en peligro las cadenas de suministro, así como los factores del transporte, que podrían empeorar por la inflación. Esta es una diferenciación espacial que contiene una desigualdad social con los pueblos indígenas y esos espacios donde la agricultura de subsistencia y la agricultura de exportación (monocultivos) son sus principales actividades económicas, que por la inflación cada día serán más pobres.
Además de la pandemia del covid-19, viene la crisis económica en medio del conflicto que se desarrolla rápidamente. La crisis de Rusia y Ucrania está sacudiendo los mercados y las carteras de valores. Los mercados mundiales saben recuperarse de guerras y catástrofes, pero el arsenal nuclear de Rusia complica la ecuación. La inflación hará que el precio del transporte siga subiendo, en que la frontera entre Estados Unidos y México sentirá el impacto de la invasión de Rusia en Ucrania. Tenemos, además, que “el efecto de la pandemia del covid-19 motivó a las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) a cambiar su estrategia de ventas, llevando sus productos a la puerta de la casa de sus clientes. Sin embargo, el incremento constante de los combustibles ya les está cobrando la factura, principalmente a quienes formaron y trabajan en una pequeña empresa familiar” (PL).
Rusia es el principal responsable de la crisis a todo nivel y el primer país en anunciar que tenía una vacuna contra el covid-19, Sputnik V, promovida por los oligarcas y amigos del presidente oligarca Putin. Pero la población rusa desconfía de este fármaco. El primero que la compró fue el presidente Giammattei, a través del canciller Brolo y la ministra de Salud Amelia Flores.