SI ME PERMITE
La humanidad y su necesidad de comunicación
“El correo es el mejor medio para expresar sentimientos, el mensaje se grabará, de forma natural, en la mente del destinatario y el remitente se presentará vivamente en sus recuerdos”. Ihara Salkaku
' La comunicación es el recurso que mayor evolución ha tenido a través de nuestra historia humana.
Samuel Berberián
Cuando percibimos el correo como un servicio que la humanidad ha usado en la historia, podemos, sin lugar a duda, decir que ha sido un servicio que ha ido renovándose y ha sabido ajustarse a los progresos para alcanzar la modalidad que hasta hoy seguimos usando. Si vemos la historia, en su inicio alguien debería físicamente trasladarse de un destino a otro con el mensaje o la misiva para que una persona pudiera expresar lo que deseaba a la otra.
Hoy no es extraño observar a alguien en el teléfono celular tecleando un mensaje, y no es más que lo que un correo hacía en otros tiempos. Mañana se ha asignado como el Día Mundial del Correo, y podemos sin temor alguno afirmar que este es un servicio que todos los mortales en algún momento tendrán que necesitar. Claro está que unos más que otros, pero todos en un momento dado dependen de él.
Si tuviéramos que hacer una descripción gráfica de la función que tiene el correo, es como un puente que une las dos riveras de un río y de ese modo permite que se pueda ir de un lugar a otro sin tener limitaciones. Cuántas veces una carta que se ha podido enviar logra reconectar las relaciones interrumpidas entre las partes. Es sorprendente escuchar en el momento que se están despidiendo unos amigos porque se está iniciando un viaje, el primer encargo que le hacen es que escriba en cuanto llegue para que sepan que llegó y todo está bien.
Deberíamos tener gran aprecio a todos aquellos que forman la estructura del correo a nivel mundial, los cuales, con su persistencia y pericia, mantienen a todo nuestro mundo y a sus seres vivientes en una fluida comunicación que, aparte de generar una salud mental que tanto nos hace falta, nos permiten ser productivos e integrados por encima de la distancia que por alguna razón nos separa.
En muchos lugares es común ver personas que dependen de alguien que sabe leer y escribir para dictarle la carta, porque ellas no tienen la capacidad de hacerlo, y estos escribas están ubicados en lugares públicos, prestando este servicio para asistir a los que no pueden hacerlo. Claro, en los países mucho más desarrollados esta es una tarea que se desarrolla en la privacidad y se llega al correo simplemente para enviar en un sobre cerrado, listo para ser despachado.
Si solo pudiéramos pensar cómo sería la vida y nuestras relaciones sin este servicio básico, pero como lo tenemos debemos apreciarlo y valorarlo porque a lo largo de la historia se ha ido tecnificando y modernizando alcanzando la modalidad en la que muchos simplemente de su teléfono celular redactan la carta y con toda facilidad la envían a su remitente.
Es interesante recordar cómo en el pasado tanto románticos como negociantes estaban pendientes del momento en que el cartero llegaba para saber qué habían recibido. Por lo mismo, estos carteros tenían la rutina que conservaba el horario porque sabían que muchos dependían de ellos para lo que deberían hacer en el resto del día. Nuestra sociedad es en muchas maneras el fiel reflejo de lo que las comunicaciones han avanzado, y sin duda lo seguirán haciendo por la misma creatividad del hombre.