SI ME PERMITE

La lengua materna es una herencia que tenemos

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“Si hablas con un hombre en un idioma que comprende, el mensaje llega a su cabeza. Si le hablas con su idioma materno, el mensaje llega a su corazón”. Nelson Mandela

Una de las escenas más dignas de admirar en los mortales es contemplar a una criatura que empieza a decir sus primeras palabras y las hace mirando el rostro de su madre. Eso no se puede definir como algo que se aprendió, sino que se asimiló y llega a ser parte de uno.

' Cuando sabemos comunicarnos en nuestra lengua materna, muchas de las explicaciones son innecesarias.

Samuel Berberián

Cuán sorprendente es entender que uno, cuando ha tenido de niño la oportunidad de hablar más de un idioma, cuando está hablando consigo mismo o pensando lo hace en su lengua materna.

Con el permiso de ustedes puedo hablar de mi propia experiencia. Fui criado por padres que tenían su propia lengua cada uno. Luego cambiamos el lugar de nuestra residencia, lo que me expuso a un tercer idioma, pero al momento de estar hablando conmigo mismo lo hacía con la lengua de mi madre, que, en mi caso, era el griego.

Es una sagrada obligación para todos nosotros (no importando dónde vivimos y la lengua que se habla donde estamos), si hablamos otro idioma, en primer lugar ser diligentes en enseñarlo a nuestros niños simplemente hablando con ellos, y luego podemos instruirlos en cómo usar los demás idiomas que se usan en nuestro derredor.

Personalmente, cuando tuve la oportunidad de formar mi hogar, el idioma de mi compañera de vida era el inglés, pero vivíamos en Buenos Aires, Argentina. Cuando nació nuestro primer hijo le pedí a ella que le hablara en inglés, no importando dónde estuviéramos. Hoy, él vive en Estados Unidos y es un profesional. Cuando habla con la gente, nadie tiene la menor duda de que es un nativo, por el idioma que habla.

El idioma materno, aunque fácilmente se puede enseñar a los niños por el simple hecho de que conviven con uno, tiene que tener la medida de disciplina para saber vencer la presión del medio y la opinión de terceros.

En el caso de nuestra Guatemala, donde se habla una diversidad de lenguas, cada uno de nosotros debemos dejar como primera herencia la lengua que hablamos, porque esto llega a ser parte de uno, y luego las cosas materiales que puedan ser posibles de obtener con el tiempo.

Recuerdo que alguien comentó hace tiempo que fácilmente uno puede representar más de una personalidad cuando conoce y usa correctamente varios idiomas.

Y es que no solo se trata de hablar y comprender un idioma, sino que conlleva un sinfín de detalles que se reflejan en el comportamiento y en la manera de pensar y estructurar el modo como hacemos las cosas.

Por ello es muy frecuente encontrarse con gente que habla correctamente un idioma, pero cuando se observa su comportamiento están proyectando una cultura y un perfil diferente a la lengua que se les está escuchando.

Esto se manifiesta, por ejemplo, en el modo de sentarse y levantarse o cuando participan en los alimentos; en otras palabras, las cosas que son de la vida rutinaria, y no necesariamente las que uno refleja para ser aceptado o simplemente aprobado.

Es sorprendente cómo la mente humana tiene la habilidad de cambiar de un idioma a otro solo con observar a quien se le habla, y la mente se adecúa y sabe cómo y cuál es el objetivo del encuentro. Por lo mismo, es nuestra obligación invertir y capitalizar en los niños este potencial.

ESCRITO POR:

Samuel Berberián

Doctor en Religiones de la Newport University, California. Fundador del Instituto Federico Crowe. Presidente de Fundación Doulos. Fue decano de la Facultad de Teología de las universidades Mariano Gálvez y Panamericana.