SI ME PERMITE

La perseverancia pide sacrificar la comodidad

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“No digas no puedo ni en broma, porque el inconsciente lo tomará en serio y te lo recordará cada vez que lo intentes”. Facundo Cabral

' Cuando entendemos que la perseverancia está practicada un paso a la vez no nos desesperamos.

Samuel Berberián

Esta vida está compuesta por una serie de etapas, las cuales nos permiten avanzar no simplemente sumando el tiempo que vivimos y no necesitan ser repetidas, sino una vez que se logran completar se inicia una nueva etapa, con una experiencia de las anteriores, para alcanzar las metas que nos hemos propuesto.

El avanzar significa que dejamos atrás muchas cosas y, aunque es difícil, estamos avanzando con esfuerzo e incomodidades. La gratificación que esto trae cuando el logro es una realidad nos hace sentir la satisfacción por lo alcanzado.

No estamos considerando el sacrificio, sino el logro, entendiendo que habrá ajustes en esta etapa y del mismo modo será cada etapa con lo cual estamos entretejiendo la historia de nuestra vida.

No importa en qué etapa estamos, lo importante es visualizar la próxima, y no tanto lo que hemos dejado atrás. Es muy claro que muchos, al ocuparse mayormente, al estar pensando en el pasado, pierden el empuje para visualizar la próxima etapa que tienen que estar tomando.

Lamentablemente es muy fácil acomodarnos con el logro obtenido, y por ello perdemos lo que podemos alcanzar más adelante. Un logro es la materia prima para empezar a avanzar a la próxima etapa con todos sus retos y desafíos.

Esta modalidad, una vez repetida varias veces, llega a ser un modo de vida que nos llevará a hacer realidad los sueños del ayer y disfrutar los planes que nos hemos trazado.

Nuestras emociones pueden distraernos de lo que hemos estado planificando, deben ser ingredientes que puedan ser controlados para que en el tiempo correcto tengan su lugar, pero nunca que estén enseñoreando los extremos, porque podemos perder lo que podemos lograr por el potencial que tenemos y las oportunidades que se nos ofrecen. Muchos, por lamentar un desacierto vivido en una ocasión, pierden todo lo que tenían accesible, y otros, por disfrutar en extremo un logro alcanzado, están perdiendo el próximo logro que los está esperando.

Tarde o temprano debemos estar conscientes de que los procesos en la vida que vivimos no son más que simplemente procesos que marcan el devenir de la vida, y no necesariamente son para usarlos como narrativa de lo que hemos vivido y como hemos llegado a donde estamos y de dónde venimos. ¡Cuidado! es parte de nuestra personalidad, que no debe ser una cuestión pública.

Incluso cuando se nos pregunta debemos pensar primeramente si es necesario tener que compartirlo o bien evitarlo.

Nuestra voluntad es como una máquina, que cuando se inicia no hay razón de pararla, a menos que haya un justificativo para mejorar y progresar. Nuestra voluntad tiene la capacidad de darnos el empuje necesario para llegar a ese punto en la comodidad que creo merecer, debo estar pensando cuál es mi meta y cómo llegar lo antes posible.

Antes de esperar en otros la motivación y empuje, personalmente debo estar interesado en motivarme y animarme, porque el proyecto es mío.

Si esperamos que la gente nos valore, debemos iniciar con determinación a avanzar con toda persistencia en lo que nos hemos decidido, y entonces los demás estarán buscando cómo involucrarnos en lo que ellos están haciendo.

ESCRITO POR:

Samuel Berberián

Doctor en Religiones de la Newport University, California. Fundador del Instituto Federico Crowe. Presidente de Fundación Doulos. Fue decano de la Facultad de Teología de las universidades Mariano Gálvez y Panamericana.