REGISTRO AKÁSICO

La política del mico

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Hun Batz y Hun Chouén, ¿se transformaron en monos o en micos? Este es un asunto importante, aunque parezca divertido. Consiste en aclarar si en el país existen partidos o catervas políticas. A estos hermanos envidiosos se les sitúa como flautistas, cantores, cerbataneros, pintores, escultores, joyeros y plateros. No son grandes señores con mando, sino traidores a las ocupaciones útiles. Así, no ejercían esos trabajos, sino buscaban holgar sobre el esfuerzo de otros.

En efecto, los artesanos impulsan un estilo de vida caracterizado como honesto, dinamizador de la economía y patrón de consumo extendido, facilitador de la producción en masa. No obstante, entre los mismos, no todos están conformes con su estilo de vida. Algunos abusan de las tarjetas de crédito, o si no hay mucho desarrollo de finanzas personales, se dedican a prestar a sus vecinos y amigos. Los más vivarachos rehúyen el trabajo y buscan oportunidades para obtener una vida regalada. En estos días, la mejor forma de hacerlo consiste en unirse a agrupaciones de derecha ideológica.

Un factor de degradación se encuentra en la reiterada reelección municipal. Ello ha generado un amplio y numeroso grupo de vivales monopolizadores de puestos en alcaldías y empleos públicos locales. Los pobres son liderados por los ricachos rurales, con baja preparación y beneficiados por una continua represión de las expresiones genuinas de izquierda. Se ha favorecido a infiltrados y oenegeros patrocinados con fondos dirigidos a aflojar el control económico para permitir la irrupción del capital financiero extranjero.

' La mediocridad oportunista instalada en la política no es buena señal para los futuros comicios.

Antonio Mosquera Aguilar

El ataque a Hun Batz y Hun Chouén no es a honestos trabajadores, sino a quienes traicionan a esas profesiones. En nuestra sociedad son la mediocridad del oportunismo de derecha. En el pasado mitológico eran los infieles a la profesión, ahora están representados por los políticos bendecidores, homófobos, fariseos, avorazados, agringados y, si consiguen impunidad, también partidarios de los negocios de traficantes de personas, drogas y contrabando.

Son un dilatado grupo, pues hay autorizados 25 partidos, al 22 de julio de este año, con excepción de dos o tres, ninguno tiene una ideología definida. Son agrupaciones de oportunistas esperando asaltar el poder en su propio beneficio. El clientelismo y el poder local serán la base para acaparar votos. Se trata de los comicios de los zarrapastrosos, de los que votan por una gorra, una camiseta y la promesa de tener algún regalo en el futuro. Los mejores son los que reciben una lámina o el mejoramiento del camino. Medio jornal para dar un voto, organizado por los acarreadores. Eso es lo que viene, porque se permitió, se buscó, se les dio el poder a los menos indicados.

Así, pues, el episodio donde a los viles hermanos de los gemelos divinos se les castiga a vivir en los árboles, describe de muy buena manera las futuras elecciones. En esencia no se transformaron en monos, cual primates dotados de corpulencia, fortaleza y fuerza. Se convirtieron en micos, con sus manos alargadas y sus colas prensiles. Subidos en lo alto de los árboles, gritan sus consignas sin sentido, se apropian de los fondos públicos y consiguen la satisfacción de quienes gustan hacer reportajes denigrantes sobre el país. Cualquier palabra tonta para sonar en la radio y alcanzar el primer millón. Solo hay un futuro: el luctuoso lugar del sufrimiento: Xibalbá. El país entrará en la cueva oscura. Pero no perdamos la esperanza de una ciudadanía que sale victoriosa, en el futuro, de la misma manera como consiguieron los triunfantes Hunahpú e Ixbalanqué.

ESCRITO POR:

Antonio Mosquera Aguilar

Doctor en Dinámica Humana por la Universidad Mariano Gálvez. Asesor jurídico de los refugiados guatemaltecos en México durante el enfrentamiento armado. Profesor de Universidad Regional y Universidad Galileo.