A CONTRALUZ

La precaria salud

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El negocio de las vacunas Sputnik V desde el principio fue lesivo para los intereses del país. Además de haber sido gestado en forma totalmente oscura, el arribo de las vacunas fue a cuentagotas y ahora se suma la pérdida de un millón 81 mil dosis por vencimiento. Eso significa que se tiraron a la basura 84.3 millones de quetzales, como si Guatemala tuviera suficiente dinero para despilfarrarlo. Pero si esa situación no bastara, ahora el ministro de Salud, Francisco José Coma, asegura que va a comprar cuatro millones de vacunas Spunitk Light, cuando lo que correspondería sería cerrar la puerta a los empresarios rusos irresponsables. El año pasado, el presidente Alejandro Giammattei despotricó contra el mecanismo Covax, de la Organización Mundial de la Salud, por el retrasado en la entrega de la vacuna AstraZeneca, pero mantuvo la boca callada por la falta de cumplimiento de los rusos. Era obvio que tras estas transacciones con los rusos estaba la mano de la corrupción. ¿Qué relación tendrán esos negocios con la inauguración de un centro comercial en Santa Lucía Cotzumalguapa, uno de cuyos propietarios es el exdirector del Centro de Gobierno Miguel Martínez?

' El negocio de las vacunas Spunitk ha sido lesivo para el país y más ahora que se tirarán a la basura Q84.3 millones.

Haroldo Shetemul

Para justificar la pérdida de las vacunas, el gobierno asegura que la responsabilidad recae en la población que se resiste a la vacuna, lo cual es una forma de trasladar la responsabilidad que tiene en este problema. A la fecha no ha habido una campaña masiva de información sobre las ventajas de la vacunación, a nivel nacional. Los esporádicos anuncios oficiales han privilegiado el español en las zonas urbanas y no en los idiomas indígenas en las zonas rurales. En otros países, incluido Estados Unidos, se impulsaron incentivos para la vacunación. En Guatemala, por ejemplo, bien se pudo destinar bolsas de comestibles a cambio de la vacunación, pero nunca hubo un interés por masificar la vacunación. Este es un serio problema si se quiere retornar a la normalidad en áreas como la educación, porque la falta de vacunación podría disparar de nuevo el contagio de coronavirus.

La situación es grave porque este mes se prevé el vencimiento de más de 2.9 millones de vacunas Sputnik V. Los lotes que se tirarán a la basura corresponden a las entregas que hicieron los rusos en diciembre pasado, o sea los enviaron sabiendo que tenían poco tiempo de vigencia. Ningún funcionario del Ministerio de Salud verificó la fecha de caducidad de las vacunas al momento de la entrega, lo cual evidencia el desastre de la administración de esa cartera. Han sido más eficaces las donaciones de vacunas por parte de la comunidad internacional. Hasta el 18 de febrero pasado se habían vacunado en el país 7 millones 108 mil 561 personas, de las cuales solo 5 millones 514 mil 834 tenían el esquema completo de dos vacunas, lo cual representa apenas el 30.68 por ciento de la población. Para la misma fecha, El Salvador ya había vacunado al 65.26 por ciento de su población, y México, al 61.73 por ciento.

Giammattei aseguraba, durante su campaña proselitista, que por ser médico se iba a dedicar en su gobierno a proporcionar una salud de calidad. Además del desastre de la vacunación anticovid, esta semana volvió a hacer crisis la falta de pago a los médicos del Hospital Roosevelt y de otros centros asistenciales. Se trata de más de 26 mil empleados que no han recibido sus ingresos de enero y febrero. Esta no ha sido la primera vez que personal hospitalario ha resentido la falta de pago, ya que lo mismo ocurrió en 2020 y 2021. A ello se agrega la falta de medicamentos en los centros hospitalarios, como lo han denunciado los médicos del San Juan de Dios. Ya se ve que al presidente Giammattei le tiene sin cuidado la salud de los guatemaltecos.

ESCRITO POR:

Haroldo Shetemul

Doctor en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Pontificia de Salamanca, España. Profesor universitario. Escritor. Periodista desde hace más de cuatro décadas.