La antorcha

La revolución de 1944 a la revolución digital 2024

La eficiencia y la efectividad en la gobernanza pública y la transformación democrática hacia servicios públicos de alta calidad y de bajo costo, no se materializan del todo.

El histórico movimiento nacional cívico-militar a favor de la democracia, que desencadena finalmente en Guatemala la caída cruenta de los sucesivos regímenes dictatoriales y opresivos de la época, son motivo, sin duda alguna, de recordarlos hoy domingo 20 de octubre. Hubo en aquellas circunstancias aciagas de 1944 personajes audaces, diría que, en algunos casos con grado de heroísmo, como fue la de la maestra María Chinchilla, asesinada, por manifestar su descontento con la situación imperante cuando iba acompañada de otras maestras en las calles del centro de la ciudad. La represión del régimen decadente del que fue víctima también, entre otras personalidades, el connotado periodista Alejandro Córdova, cofundador del diario El Imparcial, no disuadió a maestros, estudiantes, profesionales, militares, políticos conscientes de la realidad y a ciudadanos de distintos sectores a converger, corriendo riesgos en diferentes momentos críticos de ese proceso, para encauzar, por primera vez en la historia independiente de Guatemala, una transición política democrática.

La eficiencia y la efectividad en la gobernanza pública y la transformación democrática hacia servicios públicos de alta calidad y de bajo costo, no se materializan del todo.

La ciudadanía nacional en sus múltiples y diversas expresiones sociales y étnicas, incluyendo ahora a la diáspora, esta última fuente creciente de remesas de este siglo XXI y determinante de la estabilidad económica del país, en raras y escasas situaciones de su historia, como la referida de hace 80 años, se manifiesta cerrando filas por una causa común.

En el traspaso del siglo XX a este siglo XXI, en que la juventud ciudadana, que ha representado la mayoría poblacional, a diferencia de los jóvenes de la Revolución de Octubre, empieza a experimentar el uso práctico de los avances constantes y dinámicos del desarrollo tecnológico de la era digital en la informática y las comunicaciones.

El fenómeno político social de las manifestaciones cívicas y pacíficas del 2015 son otro ejemplo histórico en que la ciudadanía en general siente la necesidad de salir a las calles a manifestar su profundo descontento ante la situación política del país para exigir cambios drásticos en la conducción de la gestión pública. En este caso, las redes sociales digitales irrumpieron y contribuyeron a que esa causa común se generalizara en tiempo real a nivel nacional.

Los resultados de las elecciones generales del 2023 en buena medida son producto también de las redes sociales digitales que siguen innovando y creando medios efectivos de comunicación. Sin embargo, los liderazgos políticos si bien utilizaron y utilizan las redes sociales, la eficiencia y la efectividad en la gobernanza pública y la transformación democrática hacia servicios públicos de alta calidad y de bajo costo, no se materializan del todo.

La gestión pública en esta era de transformación tecnológica avanzada en la que de la revolución digital se pasa a la revolución de la era de la inteligencia artificial, los líderes políticos deben de transformar su narrativa ideológica anclada en el pasado para lograr cambios sensibles en los servicios públicos en la educación, la salud, la seguridad y a favor de la alta productividad económica. Los avances tecnológicos no tienen ideología. El gobierno debe y puede convocar a expertos nacionales que los hay y a extranjeros con conocimiento y experiencia en este desarrollo, en el marco de un acuerdo nacional, para encauzar los servicios públicos hacia los cambios que ofrece el desarrollo tecnológico. Ahí está uno de los grandes desafíos de la política nacional. La ciudadanía exigente e informada se impacienta.

PS. Un reconocimiento a la entereza inquebrantable de Jose Rubén Zamora.

ESCRITO POR:

Luis Fernando Andrade Falla

Posgrado en Relaciones Internacionales, Universidad de Georgetown Washington, D.C. USA 1994-1995. Licenciatura en Ciencias Económicas por la Universidad Francisco Marroquín. Catedrático universitario. Contacto: lfandradef@hotmail.com