El cambio climático es un problema que está causando considerables pérdidas humanas y económicas. Guatemala es uno de los países más vulnerables, “por lo que es necesario contar con información sobre el clima y conocer qué medidas están adoptando actualmente los distintos sectores. La problemática rural y el cambio climático en Guatemala tiene implicaciones para la política exterior centroamericana si se hace el uso de vehículos eléctricos y de hidrógeno para alcanzar emisiones neutras para el 2050.

¿Cómo se complementan la arquitectura y el urbanismo? Por más que la arquitectura trabaje una edificación independiente, no puede dejar de considerar el medio donde será insertada. La arquitectura es un arte, y siendo así, una construcción debe armonizar con todo lo que rodea, sin dejar de lado su funcionalidad. De esta forma, la obra de arte podrá ser apreciada como tal. Un buen proyecto de arquitectura debe hacer antes un estudio de urbanismo en que la nueva edificación revalorice el lugar donde será construida.

Al hacer un estudio de urbanismo, es fundamental la preservación del medioambiente. Integrar los nuevos elementos solo será posible si favorecen la sostenibilidad, algo imprescindible en la actualidad. Gracias al trabajo en conjunto de la arquitectura y el urbanismo es posible tener no solo ciudades estéticamente bellas, que cumplen el requisito de mejorar la calidad ambiental de vida de sus habitantes. El problema de Guatemala es que la planificación urbano regional del territorio ha sido desigual e insostenible; no funciona, por lo que deberíamos aprovechar este momento de inflexión por la pandemia y el cambio climático para restaurar su desarrollo con un nuevo trazo.

Fuera de los terremotos, desde los inicios de la urbanización del territorio, tenemos los casos de los huracanes Eta e Iota, que provocaron inundaciones y destrucción, afectando a 3.5 millones de niños. En medio de la pandemia mundial, las comunidades lo perdieron todo y se enfrentan al desafío de reconstruir sus vidas por la ausencia de vivir en zonas ausentes de una planificación urbano regional adecuada.

La directora regional de Unicef para América Latina y el Caribe, Jean Gough, hizo una visita a las zonas más afectadas de Guatemala, una respuesta humanitaria de Unicef para mejorar la vida de niños, niñas, adolescentes y sus familias. El Consejo Nacional de Cambio Climático, que declara a Guatemala como país “altamente vulnerable”, fue creado en 2014 para revisar, generar y proporcionar información científica en conjunto con los tomadores de decisiones políticas del país en temas de clima, de la vulnerabilidad, adaptación y mitigación a los efectos del cambio climático. Este sistema está formado por más de 20 instituciones gubernamentales y no gubernamentales.

Según el último informe del Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático, el calentamiento de la Tierra está provocando mayores cambios en los modelos de precipitación, en los océanos y en los vientos en todas las regiones del mundo, y en algunos casos de manera irreversible. La respuesta de la UE es: legislación, reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de al menos un 55% de aquí al 2030.

En Guatemala, el 26% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) son producto de la deforestación, junto con un total de 127 países, donde 13 son latinoamericanos, en que han talado los bosques para convertirlos en cultivos o para ganadería como fuente para la alimentación; el 18% producido por la contaminación es por el transporte con gasolina de productos y mercancías.