CON OTRA MIRADA
Llamado a las nuevas autoridades de La Antigua
Con otra mirada cede su espacio al ingeniero Carlos Polo Cossich, compañero de batalla por la conservación de La Antigua Guatemala.
' Debo señalar la abismal diferencia de calidad del trabajo de entonces con el que se hace ahora.
Carlos Polo Cossich
Entre 1978-90, ante los daños causados por los sismos de 1976, profesionales como José María Magaña, Rodolfo Asturias, Julio Armas, Wellington García, Elizabeth Bell y otros, junto al suscrito, trabajamos para el Consejo Nacional para la Protección de La Antigua Guatemala (Cnpag). Debido a la emergencia y la inestabilidad estructural de algunos elementos, sobre la marcha, debimos accionar para prevenir posterior deterioro. Con base a fotografías y registros antiguos, logramos estabilizar las estructuras con reforzamiento estructural.
Aquellos monumentos consolidados son los que propios y extranjeros ven hoy en la ciudad, sea como edificios en funcionamiento o como vestigio de su grandeza pasada. Difícilmente el observador reconoce y, menos aún, conoce el trabajo al que esas estructuras fueron sometidas para poderlas apreciar como están; ejemplo de conservación y reestructuración.
Durante ese período nos dedicamos a salvar, proteger y mantener las obras intervenidas: Palacio del Ayuntamiento, Catedral y Casa Parroquial; los templos La Merced, Capuchinas, Santa Clara, San Pedro Apóstol, San Lázaro, San Pedro Las Huertas, San Cristóbal El Bajo, San Sebastián y Compañía de Jesús. El Lazareto, tanque La Unión y escultura del Santo Hermano Pedro.
Debo señalar la abismal diferencia de calidad del trabajo de entonces con el que se hace ahora. Durante el período 2020-23, las autoridades municipales tuvieron la oportunidad de tomar las medidas urgentes y necesarias para proteger la ciudad como lo merece, cosa que no hicieron, a pesar de que en 1979 fue declarada patrimonio cultural de la humanidad y ser la carta de presentación de Guatemala ante el mundo.
La municipalidad, sin haber aprobado el Plan de Ordenamiento Territorial (2019) elaborado por una empresa extranjera, acorde a la categoría de la ciudad, autorizó proyectos dentro y fuera del casco urbano, ignorando la importancia de su conservación, enfocando su interés solamente en el cambio de uso del suelo. Esos proyectos, en su mayoría de centros comerciales, condominios, lotificaciones y otros, están generando problemas de movilidad, pues no consideraron ampliación de calles o nuevas vías de comunicación; servicios básicos como drenajes y dotación de agua. Problemas que irresponsablemente serán heredados para que, de acuerdo al dicho popular, el que viene atrás, arree.
Las complicaciones y efectos no previstos por esos proyectos en el tránsito vehicular y el uso de los recursos naturales son enormes. El cinturón verde ha sido deforestado de manera indiscriminada, poniendo en grave riesgo las fuentes de agua hasta profundidades parecidas a lo que hoy se tiene en la ciudad de Guatemala. La destrucción de plantaciones en áreas planas y montañosas al este, sureste y suroeste de la ciudad está a la vista: una desmesurada conversión del uso del suelo.
La Antigua Guatemala es única. Nosotros la apreciamos, pero otros, con intereses económicos en ella, no lo hacen, y lo peor es que no les importa, pues tan solo la ven como un bien conservado a ser explotado.
Por eso hago un llamado a las autoridades electas para el Concejo —período 2024-27— para que se acerquen a la municipalidad de La Antigua Guatemala y al Cnpag (ambas instituciones presididas por el alcalde) y pedir, estimular o forzar, con el apoyo de la población, que en los meses que quedan de este período no se aprueben nuevos proyectos. Es lo menos que se puede exigir de las autoridades salientes para evitar más daño del que ya aprobaron.